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Dividivi contra el cáncer de seno

Científicos de la Universidad Javeriana estarían cerca de desarrollar una pastilla que servirá para tratar esta enfermedad.

Angélica María Cuevas G.
11 de julio de 2012 - 10:00 p. m.

Se cumplirán ocho años de estudios en los que la científica Susana Fiorentino y su grupo de investigadores de Inmunobiología y Biología Celular de la Universidad Javeriana se han dedicado a comprobar que el dividivi, una planta que crece en Cundinamarca y Boyacá, podría ser clave para combatir el cáncer de seno.

Aunque la efectividad del tratamiento ya se evidenció en experimentos in vitro y en animales, los investigadores están a punto de desarrollar la primera cápsula fitoterapéutica de dividivi (Caesalpinia coriaria), que servirá para realizar pruebas en pacientes voluntarias con cáncer. Estos resultados serán decisivos para que el fitoterapéutico pueda llegar a comercializarse, “no como una cura al cáncer, sino como un coadyuvante que mejora la respuesta del sistema inmunológico y ayuda a la reducción de los tumores”, explica Adriana Rosillo, asesora del Programa Nacional de Biotecnología de Colciencias, quien ha acompañado el proyecto.

¿Pero cómo logra convertirse este árbol, utilizado tradicionalmente por campesinos de la zona andina e indígenas , para aliviar la sinusitis, la bronquitis, dolores e inflamaciones, en un componente que podría emplearse como base para el desarrollo de medicamentos contra el cáncer?

La investigación surgió de la curiosidad de Fiorentino, profesora titular de la Facultad de Ciencias de la Javeriana, quien en 2004, después de terminar sus estudios de posdoctorado en Inmunología en el Hospital de Nerker (Francia), regresó al país convencida de que el poder terapéutico de la biodiversidad colombiana y sus usos tradicionales en la curación eran riquezas desaprovechadas.

Al dividivi llegó luego de rastrear los árboles cultivables y con antecedentes terapéuticos de Boyacá. Al ser analizada, la planta presentó propiedades antitumorales. De esta manera comenzaron a realizar pruebas combinando las fracciones extraídas de las semillas de sus frutos y células cancerígenas. A través del lente del microscopio, el grupo de científicos vio cómo al entrar en contacto, la célula tumoral se desintegraba y moría.

Del microscopio pasaron a los animales. Los ratones con los que los experimentos ya han dado resultado, viven bajo condiciones controladas de luz, aire y alimentación dentro de una sala (bioterio) completamente esterilizada. En sus panzas guardan tumores desarrollados a partir de las células malignas que producen el cáncer de seno.

Durante un mes los científicos implantaron el tumor en el ratón e inyectaron una fracción de dividivi. Según explica la líder de la investigación, el tamaño del tumor se redujo, el sistema inmunológico del animal respondió y disminuyó la propagación de células cancerígenas por otros órganos (metástasis).

La investigación comprobó que unas biomoléculas extraídas de las semillas de la planta (Galactomananos y polifenoles) activan la respuesta del sistema inmune y poseen actividad antitumoral.

Con este logro, Fiorentino le propuso a la Javeriana aliarse con un laboratorio farmacéutico para desarrollar la primera pastilla (fitoterapéutico) que permitiera someter la fracción a pruebas con humanos. Después de superada esta etapa, el fitomedicamento podría ponerse a disposición del público, terminando así el propósito de años de investigaciones.

Sin embargo, los hallazgos presentados han recibido diferentes reconocimientos nacionales. Colciencias ha acompañado y financiado parte de las investigaciones, al considerarlas “un trabajo juicioso y de gran importancia para la ciencia colombiana”.

Por otro lado, el proyecto ha ganado en dos oportunidades el programa Da Vinci de la Alcaldía de Bogotá, que nombró a la iniciativa una de las 20 propuestas del Distrito con potencial empresarial; y en 2008 recibió el premio al Emprendimiento, Ciencia e Investigación del Banco Santander. Los apoyos recibidos suman unos US$2 millones que, por supuesto, fueron invertido en el proyecto.

Una vez abierta la posibilidad de desarrollar otro tipo de fitoterapéuticos en Colombia, que más adelante puedan comercializarse, el grupo de Inmunobiología y Biología Celular adelanta con la Universidad Javeriana la constitución de una empresa de base tecnológica que, con los investigadores como socios, pretende dedicarse a la investigación y el desarrollo.

Con estos avances se abrirían alternativas para que muchos pacientes puedan mejorar su calidad de vida mientras superan enfermedades como el cáncer de seno, que para 2010 era padecido por más de 1,6 millones de mujeres en el mundo.

Pero para llegar hasta este punto Fiorentino y su equipo de trabajo han tenido que sortear los traspiés de realizar avances científicos en Colombia. El equipo ha guiado sus procesos a lineamientos internacionales pues, según Fiorentino, el país no cuenta con protocolos estructurados que sirvan como ruta para las investigaciones en fitomedicamentos.

Por Angélica María Cuevas G.

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