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EE.UU. abre puertas a viajeros con sida

Corea del Sur también eliminó la restricción. Aún quedan 57 países por seguir el ejemplo.

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Redacción Vivir
05 de enero de 2010 - 03:20 a. m.
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“Soy libre, libre para viajar, para abrazar, compartir, amar (...) Regreso a ti, EE.UU., vivo y orgulloso. Aquí vuelvo. Vuelvo como soy, VIH positivo” , escribió Clemens Ruland en un poema con el que ganó un concurso organizado por el grupo holandés de lucha contra el sida Soaaids. El premio no era otro que unos pasajes para Nueva York que se hicieron efectivos el lunes, cuando Estados Unidos levantó definitivamente las restricciones para los pacientes VIH positivos.

Grupos gays esperaban ansiosos el avión en que aterrizó el pasajero holandés en compañía de su pareja Hugo Bausch. “Estamos muy satisfechos con este cambio y celebramos el que Estados Unidos se haya unido a la lista de países que tratan el VIH como un virus y no una plaga”, dijo a la agencia Efe Victoria Neilson, directora legal de la organización.

La restricción a los pacientes VIH positivos era una de las políticas más obsoletas de Estados Unidos. Durante 22 años, el país que vio nacer la epidemia del sida y que fue testigo de cómo se extendió al resto del planeta desde su propio territorio, prohibió la entrada a personas portadoras del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Eso sin olvidar que dentro de sus fronteras vivían más de un millón de portadores del virus.

“Es una buena noticia, aunque llegue después de muchísimo tiempo”, anotó Santiago Pérez Avilés, coordinador de una organización de lucha contra el sida en España, “No debería pasar tanto tiempo para que se respeten los derechos humanos”.

Estados Unidos había dado muestras de querer revertir esta medida que se creó en 1987, en pleno apogeo de la epidemia y cuando el fantasma del sida recorría el mundo a la par con una ola de miedo y pánico. En 2008, el presidente George W. Bush le dio el visto bueno al trámite legislativo con que se pretendía abolir la medida que además de discriminatoria representaba una constante contradicción para los americanos.

Sin embargo, tendría que transcurrir mas de un año para que en octubre de 2009 el nuevo presidente, Barack Obama, anunciara en una ceremonia en la Casa Blanca que se cancelaba definitivamente la medida. Pero faltaba un escollo más. Para hacerla efectiva y que los viajeros interesados en emigrar a Estados Unidos o instalarse allí por un tiempo prolongado por fin pudieran comprar sus pasajes, era necesario esperar alrededor de 60 días.

“Hablamos de reducir el estigma de esta enfermedad, pero todavía tratamos a los visitantes que viven con ella como a una amenaza —comentó el presidente Obama en octubre—, si queremos ser los líderes globales en la lucha contra el VIH-sida, debemos actuar de ese modo”. Obama planteó que la revocatoria de la medida debería animar a las personas a realizarse la prueba y obtener el tratamiento necesario.

Desde el lunes quedó definitivamente abolida la restricción, noticia que fue aplaudida por muchos líderes en la lucha contra el sida. En una declaración emitida por su oficina, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, invocó “a todos los países con tales restricciones discriminatorias a tomar medidas para dejarlas sin efecto lo más pronto posible”.

Según el Programa de Naciones Unidas contra el Sida (Onusida), en el mundo hay 57 países y territorios, como minúsculas islas de la Micronesia y Melanesia, que mantienen alguna restricción para la entrada, estancia y residencia de personas infectadas con el VIH. En la lista se incluyen países como Australia, China, Rusia, Cuba, República Dominicana, Ecuador, Nicaragua, Panamá y Paraguay.


Todavía es común que las personas que conviven con el VIH tengan que consultar bases de datos como The Global Database, creada por un grupo alemán, en la que se especifican las restricciones que les impone cada país a la hora de viajar. Según este grupo, “tales disposiciones limitan la libertad de elección de las personas con VIH y sida a la hora de buscar un puesto de trabajo o una formación académica, lo que constituye una discriminación inaceptable en vista de la transformación del VIH en una enfermedad crónica, puesto que las personas con VIH tienen el mismo derecho que otros ciudadanos a planear su formación académica y a dedicarse a su actividad profesional y laboral”.

El director ejecutivo de Onusida, Michel Sidibé, consideró que las nuevas disposiciones constituyen “una victoria para los derechos humanos”. También aprovechó la ocasión para hacer un llamado a otros líderes mundiales para que en 2010 se alcance una libertad global de movimiento en favor de todas las personas que viven con el VIH, además del acceso global a los tratamientos y el cuidado médico. Sidibé consideró que restricciones de ese tipo “no tienen lugar en un mundo con la alta movilidad de hoy”.

El levantamiento en Estados Unidos se da cuando la capital estadounidense se alista para acoger la Conferencia Mundial sobre el Sida en 2012. La última vez que fue posible planear la reunión de alto nivel en EE.UU. fue en 1989. En aquel año, un investigador holandés fue detenido por funcionarios estadounidenses por estar infectado de sida.

Corea sigue el ejemplo

La noticia proveniente de Estados Unidos coincidió con una similar al otro lado del globo. Corea del Sur también levantó restricciones similares que impedían a los viajeros con VIH ingresar a su territorio. Desde el pasado 1 de enero pueden hacerlo sin problemas consulares.

El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, felicitó a Lee Myung-bak on, presidente de Corea. En el comunicado emitido el lunes dijo: “Aplaudo al presidente Lee por el liderazgo de su país al poner fin a las restricciones, que no representan ningún beneficio para la salud pública”.

Una epidemia estabilizada

La epidemia mundial se está estabilizando, según el último informe mundial, “pero a un nivel inaceptablemente alto”. Se estima que en 2007 había en todo el mundo 33 millones de personas que vivían con el VIH. El número anual de nuevas infecciones disminuyó de 3,0 millones a 2,7 millones en 2007. La tasa de nuevas infecciones por el VIH ha disminuido en varios países, aunque a nivel mundial estas tendencias favorables quedan contrarrestadas, al menos en parte, por el incremento de las nuevas infecciones en otros países.

Por Redacción Vivir

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