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Pasquale Cozzolino no es un chef ordinario. Este pizzero italiano se convirtió, en tiempo récord, en toda una celebridad en los Estados Unidos gracias al método con el que logró bajar 50 kilos. ¿Se preguntan cómo? Cozzolino dice que, durante poco más de un año, comió pizza a diario y ahora quiere compartir su ingenioso método con el mundo.
“Empecé a comer comida estadounidense: hamburguesas, papas fritas, gaseosas. Y tu estómago, cuanto más le das, más se dilata. Cuando llegué a los 175 kilos, el médico me dijo que me iba a dar un infarto. Me dio miedo. Cuando volví a Nápoles, busqué a un nutricionista que trabaja con equipos de fútbol para que me diera una base científica. Y armé mi dieta con lo que yo comía antes. No lo hice como una dieta para todos, sino sólo para mí. Fue así como bajé 50 kilos en poco más de un año comiendo pizza todos los días”, relató el italiano al periódico El Clarín.
La dieta que este chef armó junto con su médico fue la siguiente: desayunaba una taza de cereal integral con leche descremada y fruta fresca, de media mañana se comía una manzana, almorzaba una pizza y, en la noche, su comida era mediterránea (carnes secas, pescado, vegetales, legumbres y aceite de oliva).
Eso sí, tenía las gaseosas "absolutamente" prohibidas, pero se daba el gusto de un buen vino de vez en cuando. “Un vaso tiene 80 calorías. Lo divides en dos medios vasos, uno al mediodía y otro a la noche. La cerveza no es tan mala tampoco. Puedes tomar sólo unos sorbos, eso sí”, narró para el diario argentino el chef Cozzolino, dueño de dos pizzerías italianas ubicadas en la ciudad de Nueva York.
El cocinero resaltó, entre sus secretos, como expuso en su nuevo libro “The pizza diet”, que todas estas recomendaciones nutricionales deben ir acompañadas de actividad física. Sin embargo, la “clave”, dijo, está en la receta de la pizza, basada en la cocina napolitana que se viene haciendo desde hace 350 años.
En cuanto a la cubierta, el chef agregó que se puede utilizar tomate fresco o de lata, condimentado sólo con un poco de sal marina. También mozzarella fresca “de muy buena calidad, sin grasa agregada. Así la pizza se estira bien finita y queda del tamaño de un plato grande. Se come completa: tiene sólo 570 calorías. Se le pueden sumar otros ingredientes light, como pescado, pollo o verduras”.
“Los americanos se volvieron locos. Para ellos, la pizza es una comida chatarra. Para nosotros, los italianos, no”, aclaró para el medio de comunicación extranjero.
Para trasformar su experiencia en un libro, la editorial, antes de editarlo, probó la dieta con 100 personas y con todas funcionó. Solo queda, para este cocinero, “seguir revolucionando el mundo de las dietas con una de las comidas más ricas y populares que existen”.