La población mundial se está envejeciendo. Así lo ha informado la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un informe en el que destaca que el porcentaje de personas mayores de 65 años está creciendo a un ritmo más acelerado en comparación con los demás grupos poblacionales, y se proyecta un incremento del 16 % para 2050.
Es una realidad de la que nadie escapa y presenta el reto de saber gestionar ese cambio y poder llegar a la edad adulta con una buena salud tanto física como mental.
Una buena calidad de vida en la vejez se construye día a día y depende de diferentes aspectos como, por ejemplo, las circunstancias que se han vivido a lo largo del tiempo, los hábitos y el ejercicio o la actividad física.
Este último es un aliado a lo largo de la vida. En este contexto, la OMS adoptó el término envejecimiento activo, desde la década de los 90, que define como “el proceso de aprovechar al máximo las oportunidades para tener bienestar físico, psíquico y social durante toda la vida. El objetivo es extender la calidad del diario vivir, la productividad y la esperanza de vida a edades avanzadas y con la prevalencia mínima de discapacidad”.
Los factores claves para extender la calidad de vida son la alimentación, la actividad física y un estilo saludable. Se debe estimular la actividad física, por mínima que se realice.
“Lo importante es que sea la más adecuada para su condición física y se realice regularmente. Igualmente, es preciso mantener hábitos alimentarios saludables”, indica Miriam Lucía Ojeda, nutricionista, dietista, M. Sc., Ph. D. y profesora asociada a la Pontificia Universidad Javeriana.
Además, el ejercicio y la actividad física tienen un impacto positivo físico y mental en las personas mayores, “porque se liberan endorfinas que son las sustancias a nivel cerebral que ayudan a mantener el equilibrio emocional, la autoestima y el bienestar de las personas, también mejora el aprendizaje, la memoria, la calidad del sueño y la funcionalidad física para seguir con las actividades del día a día”, señala Leonardo Camargo, médico y educador físico del Bodytech.
Moverse es la clave para esa buena salud y más en la vejez; por eso, destinar tiempo para caminar, bailar, nadar o hacer ejercicios que disfrute y el médico avale es crucial para esos años dorados.
¿Qué es la década del envejecimiento saludable?
Es la oportunidad de aunar a los gobiernos, la sociedad civil, los organismos internacionales, los profesionales, las instituciones académicas, los medios de comunicación y el sector privado en torno a diez años de acción concertada, catalizadora y de colaboración para mejorar las vidas de las personas mayores, sus familias y las comunidades en las que viven.
La población envejece en todo el mundo con más rapidez que en el pasado, y esta transición demográfica afectará casi todos los aspectos de la sociedad. El mundo se ha unido en torno a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible: todos los países y partes interesadas se han comprometido a no dejar a nadie desatendido y se han propuesto garantizar que todas las personas puedan realizar su potencial con dignidad e igualdad y en un entorno saludable.
Es fomentar el bienestar en la vejez, esa capacidad funcional consiste en tener los atributos que permiten a todas las personas ser y hacer lo que es importante para ellas.