“Nacional es mi familia”
Mary Luz Avendaño
Medellín
Dorlan Pabón, el volante paisa de 23 años, quiere que hoy ante Equidad, en el Atanasio Girardot, sea un día perfecto: que su compañero Carlos Rentería se consagre goleador del torneo; que su equipo –al que considera su familia– consiga la undécima estrella y la primera en su carrera, y así pueda dedicarle el triunfo a su mamá, que hace un año murió, y a su hermano de tres años.
¿Será a otro precio el partido de hoy en el Atanasio?
Sí, es otro compromiso; ya estamos en la casa y lo más importante es que siempre la hacemos respetar.
Equidad es un equipo que los va a esperar, ¿cómo contrarrestar eso?
Estar tranquilos, estar bien de la cabeza y si en cualquier momento dan los espacios aprovechar para anotar y estar pendientes de la media distancia. Además, debemos tener el balón de lado a lado y pasar la defensa por abajo.
¿Cuál ha sido la clave de Nacional para llegar hasta aquí?
Estar unidos, tener concentración. Es un equipo que juega muy bien y más con su hinchada. Ya no hay boletería, el Atanasio va a estar a reventar y eso es muy importante.
¿Y cuál ha sido la clave suya, tal vez el jugador más rendidor de este semestre?
Todos los compañeros somos rendidores, porque somos una familia que forma un equipo y todos cogemos para el mismo lado. En mi caso, trato de estar concentrado y buscar mucho a mis compañeros Carlos Rentería y Macnelly Torres.
¿En qué ha aportado Macnelly Torres, que no ha tenido su mejor semestre?
Macnelly es mucho jugador. Cuando lo hemos necesitado es muy importante, siempre nos deja mano a mano, y eso es fundamental.
¿Hay alguna pelea de egos en la delantera de Nacional, Rentería, Pabón, Macnelly?
No, nunca hemos tenido problemas. Nos la llevamos muy bien y Dios quiera que a Rentería se le abra el arco, me gustaría que se ganara el botín, porque se lo merece.
¿Cómo es este equipo en el camerino?
Alegre. Desde que salimos del hotel vamos en el bus escuchando música, todos concentrados.
Ha podido ir antes al fútbol argentino, ¿ya es hora de ir a jugar al exterior?
Estoy tranquilo, pienso primero en la final y de ahí Dios sabe que tiene para mí.
Este podría ser su primer título...
Muchas cosas, porque desde el primer día que llegué al equipo hace un año dije que yo iba a quedar campeón con Nacional, yo no venía a que me vieran, sino a trabajar y a demostrar que entré por la puerta grande y que saldré por la puerta grande.
Novoa, ‘made in Bogotá’
Juan Diego Ramírez Carvajal
Su pasión siempre ha sido el arco. En esos partidos que Diego Novoa disputaba en el barrio Bella Vista Noroccidental en Bogotá, no sabía si ponerse los guantes u oficiar de delantero, le gustaba hacerlos o evitarlos. Pero en esas canchas polvorosas de fútbol, no sólo él se dio cuenta de su habilidad para volar y realizar acrobáticas atajadas, sino también veedores que descubrieron en aquel chico de 9 años el futuro guardián de arcos de Equidad Seguros.
Siendo un niño nació su idilio por Equidad, donde forjó su talento en el arco al pasar por cada peldaño: categoría Infantil, Infantil A y B, Juvenil, Prejuvenil. Hasta que una figura a la que él llama ‘Maestro’ y otros respetuosamente Alexis García lo hizo su arquero en la Primera B y su centinela en la portería desde este año, en el que ha sido figura.
No fue fácil, mucho menos dar el primer paso: debutar. “Ya llevaba mucho tiempo esperando y al fin se me dio la oportunidad ante Cúcuta en el segundo semestre de 2009”, recuerda Novoa, quien después del partido fue felicitado.
Tuvo que exigirse al máximo para lograr que hoy, a sus 22 años, esté a punto de ganar su primer título como profesional siendo titular. Y además coronarse campeón con el equipo del que es hincha, al igual que su familia: sus padres, Juan y Adriana, y sus hermanos, Giovanni y Sebastián, con quienes vive actualmente.
Equidad ha sido el hilo conductor de su vida, en donde ha quemado todas sus etapas. Allí lo formaron como persona y como deportista y aprendió a ser responsable y disciplinado: a alternar sus estudios en el Colegio República de Colombia con los entrenamientos. Y claro, en Equidad también vivió sus tiempos de rebeldía y adolescencia, etapa de la que sólo queda una perforación en su oreja izquierda cuando usaba arete como sus amigos.
Todavía es un arquero joven y su mirada sigue siendo la de un niño, como esa que fija cuando ve entrenar a la selección de Colombia. No despabila si de analizar los movimientos de David Ospina se trata: “Tiene mucha rapidez en sus pies... algún día quiero estar allí”, se ilusiona.
En la cancha es un avezado en acrobacias y el patrón en su área, pero por fuera sigue siendo un niño. Es jocoso, es cansón con sus compañeros y los reta a que lo superen en Play Station. “Me pido el Real Madrid, y soy bastante bueno, me toca ganarle al Barcelona de mis compañeros”, se ríe.
Su corazón futbolero está dividido entre Real Madrid y Equidad Seguros, pues ve en Íker Casillas más que al mejor arquero del mundo: “Es mi referente. Por su seriedad, madurez y conocimiento quisiera seguir sus pasos”, asevera.
Tiene muy claras sus metas, pero como cada día trae su afán, el de hoy ante Atlético Nacional en la gran final se divide en tres: dejar en alto los colores de Equidad, de Bogotá, ciudad a la que ama, y conseguir la primera estrella en su carrera.