En su película De quién es el portaligas, Fito Páez le dio a su ex pareja Fabiana Cantilo el rol que menos se le ajustaba. En la cinta fue una mujer muda y así, silente, tuvo una destacada participación tal vez porque estar callada por unos segundos es todo un mérito para esta artista argentina. “Mi participación en el filme fue un chiste que me hizo Fito a mí. Como yo hablo todo el tiempo, por lo menos en los seis años que estuve con él le hablé tanto que me dijo que me iba a hacer un papel en el que yo tendría que estar en silencio. La historia está basada en mí y en mi mejor amiga, Laura. Aunque ahí están mezcladas las dos personalidades. ¿De quién es el portaligas? fue una pregunta que le hice yo a él cuando encontré un portaligas sobre una de las caseteras. Soy una musa de Fito Páez y me da mucho orgullo decirlo”, afirma entre grandes carcajadas esta porteña que se inició en la música como integrante de los Bay-Biscuits y Los Twist.
Ella es, realmente, un huracán desbordado que dice lo que se le va ocurriendo. En un segundo puede estar hablando del álbum De qué se ríen, al que considera su obra maestra a pesar de la poca difusión y los comentarios malintencionados de la crítica de su país, y al instante recuerda que está de trasteo y que sus mejores amigas están a cargo de esa labor en Buenos Aires mientras ella se toma unas merecidas vacaciones en la costa Caribe colombiana. El mar de Cartagena, el de Santa Marta y algunas playas del departamento del Atlántico ya han sido testigos del desparpajo con el que Fabiana Cantilo asume la vida.
“En la vereda del sol es mi más reciente disco y ahí salgo con mi cara cortada. Después de ese registro yo me interné en una clínica porque estaba un poco loca. Yo me guardo un año y regreso de vuelta, pero ahora estoy salida a lo bien para todo el público. A los jóvenes siempre les digo que no prueben la droga porque es una antigüedad. Ahora pienso que se puede subir a diferentes niveles si uno sabe utilizar la meditación”, dice mientras saca de su cartera de veraneo un libro de Walter Riso.
Sus registros más famosos en el mercado de América Latina son Inconsciente colectivo y En la vereda del sol, ambos concebidos como homenajes al rock argentino en los que Cantilo interpreta las canciones más importantes de sus amigos: Charly García, con quien empezó haciendo coros, Fito Páez, Andrés Calamaro, Gustavo Cerati y Luis Alberto El Flaco Spinetta. Sin embargo, para ella marcan la pauta aquellos trabajos en los que no solamente aporta la voz sino que es la encargada de definir el concepto. “Mis discos favoritos son Hija del rigor y De qué se ríen, pero debo confesar que yo después de grabar me voy del estudio porque soy muy inquieta y enloquezco a los productores. A mí me toca respetar el trabajo de ellos porque me dejan la voz perfecta y eligen las tomas adecuadas”, comenta la artista, invitada a la cuarta versión del Carnaval Internacional de las Artes en Barranquilla para hablar de algo más que rock and roll.
Con la sapiencia que dan los años sobre el escenario, esta artista se mueve con facilidad entre el rock y la canción. Sabe que algunas de sus letras son poesías con música y que el amor es el vehículo más eficaz para transmitir cualquier mensaje. Ya tiene algunas ideas para sus próximos temas porque este ámbito artístico tan competido y cruel no merece que ella se quede muda, tal como le pasó en la película de su inseparable cómplice Fito Paéz.