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“Gane quien gane, gana Chávez”, dijo el columnista Santiago Peña. Ese parece ser el panorama actual de la carrera por la presidencia de Venezuela que finalizará el próximo 7 de octubre, día de las elecciones, en el que Latinoamérica estará con los ‘pelos de punta’, por los intereses en juego.
"Yo les pido (a los opositores) que se vayan preparando para reconocer lo que es indudable, es imposible que nosotros no ganemos las elecciones del 7 de octubre. Miren que si yo tuviera alguna duda de eso no diría lo que estoy diciendo", dijo Chávez la semana pasada.
Y es que al actual mandatario venezolano no sólo lo favorecen su optimismo, las circunstancias, recordemos que viene de recuperarse de una penosa enfermedad, sino que las encuestas también están de su lado. El último estudio del Instituto Venezolano de Análisis de Datos (IVAD), reveló que si las elecciones presidenciales fueran esta semana, 45,1% de los jóvenes (18 a 24 años) votaría por el candidato Hugo Chávez, mientras que en el grupo de personas de 35 a 49 tiene 51% de favoritismo.
Henrique Capriles, rival del actual presidente en estas elecciones, replicó a estas encuestas presentadas por Chávez asegurando que el mandatario hubiese sido feliz con un rival débil, pero prometió que llegará a la presidencia por medio del voto.
Lo anterior da cuenta de la seguridad del contendor más duro que ha tenido Chávez en los últimos años. Capriles, un joven político progresista de 40 años de edad y con basta experiencia en el sector público, llegó a la contienda luego de arrasar en las primarias y favorecido por haber transformado “la vida de miles de personas en el Estado Miranda y llevar más de 15 años trabajando por el pueblo venezolano”, indicó el periódico La República del vecino país.
Pero si la puja política está que arde, las cifras parecen acrecentar la llama. Pues mientras Chávez se apoya en las encuestas de las firmas Gis XXI y Consultores 30.11, que le dan otorgan una intención de voto cercana al 56%, Capriles afirma que en realidad lo que hay es un empate técnico, escudándose en los sondeos hechos por las firmas Consultores 21 y Varianzas.
Sin embargo, salga victorioso el uno o el otro, Venezuela seguirá siendo gobernada por el Chavismo, pues según afirma Liza López en la Revista Soho, tanto la mamá, como el padre y los dos hermanos del actual presidente ostentan cargos de alto poder en el vecino país. Eso sin contar que el parlamento y gran parte de las administraciones locales pertenecen a la bancada de Chávez.
Por otra parte, de suceder lo inesperado y el actual presidente perdiera las elecciones, “Chávez seria el primero en salir a capitalizar políticamente su derrota afirmando que en Venezuela si hay democracia, y eso dejaría mal parados a sus detractores y fortalecería las instituciones venezolanas, brindándoles un aire de legitimidad innegable, porque los críticos no tendrían argumentos para desprestigiarlas”, afirmó Peña en su texto.
Pero si el ganador, como es de esperarse, es Hugo Chávez, sería una victoria para el ´’socialismo del siglo XXI’, que se ha profundizado no solo en Venezuela, sino en varios países de Latinoamérica, indicó Peña.
Tan real es la victoria del ‘socialismo del siglo XXI que han surgido gobiernos como el de Bolivia y Ecuador, manejados bajo este sistema, aunque sin copiar fórmulas, porque “cada proceso debe basarse en las condiciones propias de cada lugar, así como tener en cuenta su historia particular. También se han empezado a crear bloques de poder regionales como el ALBA, que abarca a países con una mirada diferente a la de Washington y los países que siempre han seguido sus lineamientos (como Colombia)”, concluyó el columnista.
Así pues, los astros se alinean de nuevo a favor de Chávez. Si gana él ganará el proyecto socialista y si pierde, ganará él. ¿Qué será lo mejor para Colombia?
Por Javier Forero, colaborador de Soyperiodista.com.