
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El hecho ocurrió, al parecer, porque la única forma que tiene el hospital de identificar a quienes atiende es un número que se le pega a las batas de los pacientes, y allí es donde creen que pudo estar el error, al ponerles dichas etiquetas.
Varios médicos han sido suspendidos en el principal hospital público de Kenia por practicar, por error, una cirugía cerebral a un hombre que no la necesitaba, informaron hoy medios locales. (Lea aquí:La desconfianza hacia la medicina, un fenómeno que aumenta)
Se trata de un paciente que tenía una herida en la cabeza, para la que solo necesitaba cuidados de enfermería, pero que se encontraba en la misma sala con otro que tenía un coágulo en el cerebro.
Los médicos no se dieron cuenta del error hasta que el paciente llevaba varias horas en el quirófano, ahí fue cuando vieron que no había ningún coágulo.
Los hechos ocurrieron el pasado domingo 25 de febrero, pero no fue hasta el jueves 1 de marzo por la tarde, que la gerencia del hospital decidió suspender al cirujano, al anestesista y a dos enfermeras por el caso. (Lea también:Esfuerzo global para cazar a los virus que amenazan a los humanos)
A pesar de ser uno de los peores casos de malas prácticas médicas del país, contó el mismo diario que hizo pública la noticia, que ambos pacientes se encuentran bien. Además, el cirujano no ve al paciente antes de la cirugía, sino que espera a que entre en la sala para proceder a la operación.
El sistema de salud público de Kenia afronta grandes retos y deficiencias, ya que, según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) referidos a 2010, el país tiene sólo 14 camas de hospital por cada 10.000 habitantes.
Además, la falta de material hace que exista un escáner por cada 4 millones de habitantes y una unidad de radioterapia por cada 50 millones, en un país que cuenta con 45 millones de personas, según datos de la OMS de 2013.