Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Sin duda alguna la renuncia del conservador Andrés Felipe Arias al Ministerio de Agricultura marcó oficialmente el comienzo de la carrera entre los uribistas que pretenden suceder al primer mandatario Álvaro Uribe. Si bien desde hace varios meses presidenciables como la senadora del Partido de la U, Marta Lucía Ramírez; el ex canciller Fernando Araújo y el ex ministro Carlos Holguín habían dejado ver su intención de ser candidatos, Arias es el primer alto funcionario que dimite respondiendo a la orden del Jefe de Estado, quien recientemente invitó a sus “compañeros” a recoger las banderas de la seguridad democrática. Hecho que muchos han leído como el abandono de Uribe a la idea de una segunda reelección.
Aunque la línea de partida de la competencia podría estar marcada por varios nombres, son contados los líderes políticos que hasta ahora se han animado a hablar abiertamente de sus aspiraciones, por lo que no se descarta que a partir de esta semana más de uno siga el ejemplo de Arias y empiece la feria de las candidaturas. Entre esas podrían estar la de Germán Vargas Lleras, Rodrigo Rivera y la del propio ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, de quien se ha dicho renunciaría a su cargo en los próximos días.
En el caso de Vargas Lleras, a pesar de que evidentemente se encuentra en campaña —recorriendo el país y “conociendo los problemas de la gente”, como él mismo dice—, lo cierto es que el jefe único de Cambio Radical nunca ha declarado que vaya a ser candidato. Entre algunos de sus más cercanos colaboradores se rumora que el ex senador esperará hasta marzo para hacer el anuncio. Sin embargo, es posible que con el destape de ‘Uribito’ sus planes hayan cambiado.
En condiciones parecidas se encuentra el también ex congresista Rodrigo Rivera, quien no ha mostrado claridad acerca de si se lanzará o no a la Presidencia, ni de si lo intentará por los lados del Partido Liberal, movimiento al que supuestamente pertenece, o por el uribismo. Rivera es uno de los máximos defensores de las ideas del Primer Mandatario y hace menos de un mes lo estuvo visitando en la Casa de Nariño para hablarle de sus ideas políticas. No obstante, cuando se le cuestiona sobre su camino a seguir responde que aún no ha “tomado una decisión”.
La lista sigue. Entre los posibles aspirantes a continuar con las banderas uribistas se encuentran además los embajadores de Colombia en España y Reino Unido, Carlos Rodado y Noemí Sanín, respectivamente. Ambos conservadores, entrarían a competir con Arias por la candidatura única de ese partido. Rodado fue gobernador del Atlántico —en su momento escogido como el mejor mandatario departamental del país— y ha sido sugerido por algunos líderes de la Costa como candidato. La aspiración de Sanín también ha sonado en boca de varios miembros de esa colectividad; sin embargo, trascendió que ella aceptaría la postulación siempre y cuando no le toque medirse con nadie en una consulta interna.
Así las cosas, en el tema de la competencia de los candidatos uribistas, por el momento, quedan más dudas que certezas. El principal misterio sigue siendo si Uribe quiere o no volver a aspirar, pues es claro que uno es el panorama sin el Primer Mandatario y otro muy distinto si éste se empeña en continuar en la Casa de Nariño. El mismo Andrés Felipe Arias aseguró, en la rueda de prensa en la que anunció su salida del Gobierno, que estaba dispuesto a apartarse si su jefe político busca la segunda reelección.
Pero aún en el hipotético caso de que el Presidente se haga a un lado, ninguno de los aspirantes a sucederlo la tendrá fácil. Muchos dudan de que tantas vanidades puedan ponerse de acuerdo para elegir un solo candidato que enfrente a una oposición que desde hace rato prepara su artillería para irse con toda en los comicios de 2010.
La misma Marta Lucía Ramírez reconoce que “no será fácil” esa elección, y por eso invita “a todos los que se digan uribistas para fijar unas reglas claras y escoger el mejor mecanismo, por encima de cualquier ego”. De no haber aspirante único, lo más seguro es que estos competidores se midan todos en la primera vuelta electoral, hecho que califica Ramírez como muy “riesgoso”. En sentido parecido se pronunció el representante de Cambio Radical Roy Barreras, quien no cree que se dé una consulta interpartidista entre los movimientos afectos a Uribe. “Sería una guerra de egos. Creo que todos se van a la primera vuelta”.
Por su parte, el precandidato liberal Rafael Pardo piensa que los uribistas también deberían tener en cuenta que el Presidente podría hacerle su guiño a alguno de ellos, y eso sería “determinante” en la competencia.
Competencia que ya arrancó, que promete ponerse más interesante cada día, con seguras caídas y traspiés, y de la que inevitablemente saldrá un ganador que podría ser, incluso, el mismo Uribe.