Enfermedades mentales: los síntomas no son silenciosos

Lo primero que hay que tener claro es que “enfermedad mental” hace referencia a un amplio número de trastornos que afectan el estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento de las personas. Es normal que en algún momento, por alguna situación específica, muchos manifiesten problemas de salud mental, pero el problema se convierte en una enfermedad  cuando los signos y síntomas se hacen permanentes, causan estrés y afectan la capacidad de seguir con la vida normalmente.

De acuerdo con Demis Certuche, secretario académico de la facultad de Psicología de la Fundación Universitaria San Martín (FUSM), “existen trastornos mentales que se caracterizan por la combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con otras personas. Es importante advertir que la prevalencia de los trastornos mentales continúa aumentando y dejando consecuencias graves en distintos ámbitos”.

Para el experto, los trastornos más comunes entre los jóvenes son: las fobias, los trastornos obsesivos compulsivos, trastornos por estrés post-traumático y los de ansiedad generalizada, por lo que es importante que los padres y los mismos adolescentes presten  atención a síntomas que pueden significar cuadros depresivos en algunos casos con ideas suicidas.

Así mismo, es importante estar atentos al desarrollo de los síntomas, especialmente cuando existan antecedentes familiares, ya que puede haber componentes genéticos disparadores de trastornos mentales.

Un trastorno mental puede ser activado por distintos factores, de allí radica la dificultad de detectarlos por parte del personal médico. Si bien existe un diagnóstico específico para las personas que consumen sustancias psicoactivas, los toxicómanos tienen más probabilidad de sufrir algún tipo de trastorno mental y quienes ya lo  tienen pueden recurrir más fácilmente a drogas o alcohol que el resto de la población en general.

Demis Certuche explica que entre los trastornos mentales más comunes a nivel mundial según la OMS (Organización Mundial de la Salud) y que al ser identificados prematuramente se pueden minimizar sus efectos están: la  depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, epilepsia, consumo problemático de alcohol y sustancias psicoactivas, trastorno obsesivo compulsivo y trastorno de pánico e insomnio,  entre otras.

Si bien no existe una fórmula para prevenir la enfermedad mental sí se pueden seguir algunas recomendaciones para evitar que avance, algunas de ellas son:  dormir lo suficiente, tener una alimentación saludable y hacer ejercicio. Procure mantener un cronograma de actividades regulares e intente involucrar a familiares y amigos para que estén atentos a los signos de advertencia.

Señales de alerta

• Si bien existen algunos signos de alarma, a continuación se relacionan otros que se pueden considerar de alta peligrosidad, porque significan estados críticos de la persona. Si los detecta debería acudir a un profesional de manera inmediata.   
• Autolesiones o comportamiento autodestructivo, por lo general justificados por acciones de poca coordinación.
• Los cambios en la salud física o en su apariencia.
• Frecuentes estallidos de agresión o enojo.
• Un nuevo grupo de amigos repentino o aislamiento de los amigos tradicionales.
•  Aumento o pérdida de peso.
•  Descuido con la higiene personal.
• Dificultades para actuar frente a los problemas y las actividades cotidianas.
• El uso o abuso de alcohol y drogas.
• Trastorno de sueño.

Lo primero que hay que tener claro es que “enfermedad mental” hace referencia a un amplio número de trastornos que afectan el estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento de las personas. Es normal que en algún momento, por alguna situación específica, muchos manifiesten problemas de salud mental, pero el problema se convierte en una enfermedad  cuando los signos y síntomas se hacen permanentes, causan estrés y afectan la capacidad de seguir con la vida normalmente.

De acuerdo con Demis Certuche, secretario académico de la facultad de Psicología de la Fundación Universitaria San Martín (FUSM), “existen trastornos mentales que se caracterizan por la combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con otras personas. Es importante advertir que la prevalencia de los trastornos mentales continúa aumentando y dejando consecuencias graves en distintos ámbitos”.

Para el experto, los trastornos más comunes entre los jóvenes son: las fobias, los trastornos obsesivos compulsivos, trastornos por estrés post-traumático y los de ansiedad generalizada, por lo que es importante que los padres y los mismos adolescentes presten  atención a síntomas que pueden significar cuadros depresivos en algunos casos con ideas suicidas.

Así mismo, es importante estar atentos al desarrollo de los síntomas, especialmente cuando existan antecedentes familiares, ya que puede haber componentes genéticos disparadores de trastornos mentales.

Un trastorno mental puede ser activado por distintos factores, de allí radica la dificultad de detectarlos por parte del personal médico. Si bien existe un diagnóstico específico para las personas que consumen sustancias psicoactivas, los toxicómanos tienen más probabilidad de sufrir algún tipo de trastorno mental y quienes ya lo  tienen pueden recurrir más fácilmente a drogas o alcohol que el resto de la población en general.

Demis Certuche explica que entre los trastornos mentales más comunes a nivel mundial según la OMS (Organización Mundial de la Salud) y que al ser identificados prematuramente se pueden minimizar sus efectos están: la  depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia, epilepsia, consumo problemático de alcohol y sustancias psicoactivas, trastorno obsesivo compulsivo y trastorno de pánico e insomnio,  entre otras.

Si bien no existe una fórmula para prevenir la enfermedad mental sí se pueden seguir algunas recomendaciones para evitar que avance, algunas de ellas son:  dormir lo suficiente, tener una alimentación saludable y hacer ejercicio. Procure mantener un cronograma de actividades regulares e intente involucrar a familiares y amigos para que estén atentos a los signos de advertencia.

Señales de alerta

• Si bien existen algunos signos de alarma, a continuación se relacionan otros que se pueden considerar de alta peligrosidad, porque significan estados críticos de la persona. Si los detecta debería acudir a un profesional de manera inmediata.   
• Autolesiones o comportamiento autodestructivo, por lo general justificados por acciones de poca coordinación.
• Los cambios en la salud física o en su apariencia.
• Frecuentes estallidos de agresión o enojo.
• Un nuevo grupo de amigos repentino o aislamiento de los amigos tradicionales.
•  Aumento o pérdida de peso.
•  Descuido con la higiene personal.
• Dificultades para actuar frente a los problemas y las actividades cotidianas.
• El uso o abuso de alcohol y drogas.
• Trastorno de sueño.