Albert Einstein, Mozart, Leonardo da Vinci, Steve Jobs, John Lennon, Picasso, entre otros grandes genios, fueron diagnosticados con trastornos de atención o hiperactividad en su infancia, y ello no fue un impedimento para que lograran el éxito en sus vidas. La importancia de que los padres conozcan el cerebro de los niños y que sepan cómo funciona y qué hacer cuando algo falla, es fundamental a la hora de tomar decisiones para su formación.
La ignorancia de los padres frente al desarrollo adecuado del cerebro de los niños en las primeras etapas de la vida puede traer consecuencias negativas. Es importante ser consciente del momento en que los bebés deben comenzar a tener control de su cuerpo, a desarrollar su capacidad motriz, a tener suficiente fuerza muscular y a balbucear las primeras palabras para poder reconocer si existen ciertas debilidades que deban ser atendidas con la ayuda de especialistas como psicólogos o terapeutas ocupacionales.
La psicóloga colombiana Annie de Acevedo escribió el libro ¿Cómo funciona el cerebro de los niños? para explicarles a los padres de familia el funcionamiento y desarrollo neuronal a lo largo del crecimiento. Al tener conocimientos al respecto, ellos podrán estimular la inteligencia de sus hijos desde su nacimiento hasta la adolescencia. Para la experta, “más que querer un hijo inteligente, debemos añorar un niño que tenga buenas habilidades y que las sepa manejar para que pueda triunfar en la vida”.
La psicóloga menciona, además, que se ha comprobado que las personas tienen al menos ocho inteligencias: verbal, matemática, visual, corporal, musical, interpersonal, intrapersonal y naturalista. Evidentemente el cerebro de cada persona es la combinación de las fortalezas y debilidades de cada una de estas inteligencias que determinan el proceso de aprendizaje.
Por ello, los padres tienen una responsabilidad fundamental en reconocer esas fortalezas y estimularlas al máximo, así como identificar las debilidades, pero no para señalarlas sino para ayudar a superarlas.
En la formación y en el desarrollo sensorial, motriz y lógico de los niños, los padres, los terapeutas y los hijos deben funcionar como un equipo para lograr estimular la inteligencia que permita a los niños desenvolverse adecudamente.
No a la sobreprotección
El ambiente familiar y las soluciones que los padres intentan para superar las conductas problemáticas de los niños pueden en ocasiones aumentar el problema. La inteligencia de los niños debe ser estimulada dentro de un modelo de familia adecuado y por ello los padres deben permitir a sus hijos indagar sobre el mundo y no sobreprotegerlos por medio de prohibiciones que en muchas ocasiones son un estímulo para la transgresión y la rebeldía.
Por ello, según el psicoterapeuta Giorgio Nardone, es preciso que los padres ofrezcan a sus hijos pequeñas pruebas a superar como un antídoto contra la sobreprotección. De esta manera, los hijos ganarán autoestima a través de experiencias que les permitan utilizar sus propios recursos y lograrán descubrir sus propias habilidades.