Expoartesanos 2013, una nueva forma de ser colombiano

Entre arrugas que aguantan la sabiduría y el peso de los años y manos que se mueven en sincronía con los ritmos de la tradición, 300 artesanos de más de 34 comunidades indígenas colombianas mostrarán en Expoartesanos 2013 (en Medellín) los destellos de memoria que solo ellos conservan. Ellos y quienes se conmueven con lo que sale de los hilos, totumas, cerámicas, semillas, fiques y taguas, esos que se preguntan por la razón de ser de un tejido, un nudo, una pintura o un tallado. “Estamos partiendo del trabajo de los grupos culturales y agregándoles valor, por eso es tan bello este propósito”, cuenta Alicia Mejía, directiva de la feria.

Para ella son pocos los compradores que entienden lo que se esconde detrás de un producto artesanal, que además de ser un medio de subsistencia para los grupos étnicos, se convierte en una forma de expresión que cuenta su historia. “Queremos decirle a los colombianos que existimos de muchas otras maneras. Nos descrestamos con lo que hacen los peruanos o los mexicanos pero no sabemos quiénes somos ni de dónde venimos”, y agrega que este es el motivo por el que existe esta plataforma, que promoverá la gastronomía, la música, la botánica y el diálogo con los protagonistas de esta experiencia cultural: los artesanos.

Allí habrá una convergencia de testimonios viajeros que llegarán desde la Amazonía, la Orinoquía, el Caribe, Antioquia y el Pacífico con el llano objetivo de narrar. “Tendremos un líder guayú que ni siquiera sabe español, pero representará lo que significa ser miembro de su comunidad; estarán varios silleteros enseñando a hacer silletas; habrá un espacio para cafés especiales y hasta un pabellón para conocer nuestras plantas…”, expresa con una firmeza que solo demuestra pasión por encontrar una Colombia escondida entre serranías, planicies, bosques y desiertos.

Además, revela que habrá un espacio diseñado para conocer las costumbres culinarias a través de los sentidos: “van a vendar los ojos para que los sabores sean los que hables sobre la región”. Por su parte, Gabriel Jaime Rico, director de Plaza Mayor, manifiesta que es el cuarto año en el que Plaza Mayor y Artesanías de Colombia se unen para realizar este evento, pero que es la primera vez que quieren trascender la existencia de los productos con el concepto de la memoria. “Parte de la tristeza que tenemos es que con el paso del tiempo nos preocupamos por el producto pero no por la tradición, por eso en esta versión trabajaremos por ese conocimiento”.

También, asegura que esta es una oportunidad para encontrarse con el pasado y el presente, y al mismo tiempo pensar en el futuro, “porque podemos proyectarnos mediante los acercamientos que tengamos con lo que hoy somos”. Afirma que la innovación del sector de las artesanías y el desarrollo cultural serán otros ejes de conversación en la feria y que para la próxima edición establecerán un diálogo con diferentes culturas latinoamericanas para fortalecer el conocimiento y la producción de este tipo en la región.

Entre arrugas que aguantan la sabiduría y el peso de los años y manos que se mueven en sincronía con los ritmos de la tradición, 300 artesanos de más de 34 comunidades indígenas colombianas mostrarán en Expoartesanos 2013 (en Medellín) los destellos de memoria que solo ellos conservan. Ellos y quienes se conmueven con lo que sale de los hilos, totumas, cerámicas, semillas, fiques y taguas, esos que se preguntan por la razón de ser de un tejido, un nudo, una pintura o un tallado. “Estamos partiendo del trabajo de los grupos culturales y agregándoles valor, por eso es tan bello este propósito”, cuenta Alicia Mejía, directiva de la feria.

Para ella son pocos los compradores que entienden lo que se esconde detrás de un producto artesanal, que además de ser un medio de subsistencia para los grupos étnicos, se convierte en una forma de expresión que cuenta su historia. “Queremos decirle a los colombianos que existimos de muchas otras maneras. Nos descrestamos con lo que hacen los peruanos o los mexicanos pero no sabemos quiénes somos ni de dónde venimos”, y agrega que este es el motivo por el que existe esta plataforma, que promoverá la gastronomía, la música, la botánica y el diálogo con los protagonistas de esta experiencia cultural: los artesanos.

Allí habrá una convergencia de testimonios viajeros que llegarán desde la Amazonía, la Orinoquía, el Caribe, Antioquia y el Pacífico con el llano objetivo de narrar. “Tendremos un líder guayú que ni siquiera sabe español, pero representará lo que significa ser miembro de su comunidad; estarán varios silleteros enseñando a hacer silletas; habrá un espacio para cafés especiales y hasta un pabellón para conocer nuestras plantas…”, expresa con una firmeza que solo demuestra pasión por encontrar una Colombia escondida entre serranías, planicies, bosques y desiertos.

Además, revela que habrá un espacio diseñado para conocer las costumbres culinarias a través de los sentidos: “van a vendar los ojos para que los sabores sean los que hables sobre la región”. Por su parte, Gabriel Jaime Rico, director de Plaza Mayor, manifiesta que es el cuarto año en el que Plaza Mayor y Artesanías de Colombia se unen para realizar este evento, pero que es la primera vez que quieren trascender la existencia de los productos con el concepto de la memoria. “Parte de la tristeza que tenemos es que con el paso del tiempo nos preocupamos por el producto pero no por la tradición, por eso en esta versión trabajaremos por ese conocimiento”.

También, asegura que esta es una oportunidad para encontrarse con el pasado y el presente, y al mismo tiempo pensar en el futuro, “porque podemos proyectarnos mediante los acercamientos que tengamos con lo que hoy somos”. Afirma que la innovación del sector de las artesanías y el desarrollo cultural serán otros ejes de conversación en la feria y que para la próxima edición establecerán un diálogo con diferentes culturas latinoamericanas para fortalecer el conocimiento y la producción de este tipo en la región.