Falabella compensa la huella de carbono del 100 % de su operación

Se convirtió en la primera del segmento “retail” en recibir certificación Icontec por ser una empresa “carbono neutro” en el total de su operación. En el municipio de Puerto Gaitán, Meta, fueron conservados 18.000 árboles.

Redacción Especiales
27 de enero de 2020 - 12:00 p. m.
Proyecto forestal de Falabella, empresa que el Icontec certificó como una compañía “carbono neutro” en toda su operación en el país.   / Cortesía.
Proyecto forestal de Falabella, empresa que el Icontec certificó como una compañía “carbono neutro” en toda su operación en el país. / Cortesía.

La necesidad de trabajar por la sostenibilidad del medio ambiente ha sido la bandera de batalla de diferentes escenarios empresariales en el mundo y ha llamado la atención de miles de ciudadanos que buscan vivir sus inolvidables experiencias de compra y consumo en lugares que no afecten el medio ambiente. 

Es el caso de Falabella Colombia, empresa chilena de venta por departamentos, que cerró el 2019 con excelentes noticias en materia medioambiental. Tras someterse a la evaluación y verificación de su huella de carbono y luego de la implementación de un programa de manejo de Gases de Efecto Invernadero (GEI), el Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación (Icontec) la certificó como una empresa “carbono neutro” en toda su operación en el país.

En la práctica, esto significa que las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), derivadas de la actividad de la compañía, fueron debidamente compensadas a los ecosistemas colombianos y que, en consecuencia, sus operaciones no generaron impactos negativos en el medio ambiente. 

Lo que el Icontec reconoció es que, en 2018, Falabella Colombia produjo una huella de 4.668,2 toneladas de CO2, las cuales compensó mediante la compra de bonos de carbono equivalentes. Gracias a la adquisición de estos bonos, la compañía garantizó la conservación de un bosque con más de 18.000 árboles ubicados en el Proyecto Forestal Caucho PL 1, en el municipio de Puerto Gaitán, en el Meta.

Este tipo de compensaciones son una herramienta cada vez más común para reducir los Gases Efecto Invernadero (GEI), principales causantes del calentamiento global. Su origen se remonta a 1997, cuando fueron establecidos como uno de los mecanismos en el protocolo de Kioto para hacer frente a la crisis ambiental. 

Estos bonos se obtienen mediante la validación y certificación de proyectos denominados Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) que capturan el CO2 del aire o contrarrestan los efectos del calentamiento global. La compra de estos bonos permite asegurar la financiación de proyectos de captura o abatimiento. 

El mercado de carbono promueve así la mitigación de la contaminación generada por procesos productivos de las empresas y permite distribuir recursos hacia proyectos de conservación que de otro modo no tendrían suficiente apoyo económico. 

Para Alejandra Zapata, Gerente de Expansión y responsable de la estrategia ambiental de Falabella Colombia, la certificación obtenida es más que un reconocimiento a la consciencia ambiental de la compañía. “En Falabella hemos hecho esfuerzos considerables, no solo en materia de compensación, sino también para reducir activamente nuestra huella de carbono. Por eso, estamos mejorando nuestros procesos para ser una empresa sostenible en el tiempo, haciéndonos cargo de los impactos que genera nuestro negocio. Una de nuestras prioridades es tener una operación cada vez más amigable con el medio ambiente”, manifestó. 

Y es que las acciones de Falabella para mitigar su huella de carbono han ido más allá de la compra de bonos de carbono. En paralelo la compañía inició un proyecto piloto de cambio de bolsas plásticas por bolsas de papel en tiendas e incorporó plástico reciclado en las bolsas de seguridad para las ventas a través de su canal de e-commerce. 

“Una de las exigencias más comunes de nuestros clientes es la reducción del uso del plástico en nuestra operación”, expresó Zapata, quien además recalcó que con este esfuerzo espera dejar de distribuir más de seis millones de bolsas plásticas en Colombia y “ofrecer a nuestros clientes de falabella.com una alternativa sostenible para sus pedidos”. 

Adicionalmente, dentro de su estrategia de sostenibilidad y con el objetivo de asegurar un crecimiento responsable, desde hace cinco años Falabella construye sus tiendas con diseños sostenibles que implican estrictos estándares de ahorro de energía y agua bajo la guía de certificación LEED, y cuenta con un programa de gestión de residuos que, en 2019, le permitió reciclar 1.600 toneladas de material aprovechable (cartón, plástico y metal, entre otros) y disponer de manera adecuada de más de ocho toneladas de residuos peligrosos. 

“En Falabella creemos en un mundo más verde y por eso estamos mejorando nuestros procesos para ser una empresa sostenible en el tiempo. Gracias a la aplicación de la normativa ISO14001 estamos garantizando que nuestros estándares de gestión tengan una adecuada trazabilidad y nos permitan implementar controles ambientales de manera transversal a la operación”, concluyó Zapata, para quien el reto de este año es seguir siendo líderes en iniciativas ambientales en Colombia y América Latina. 

Los bonos de carbono en Colombia:

El concepto se popularizó en el país en el año 2015, luego de que el entonces presidente, Juan Manuel Santos, se comprometiera a reducir en 20 % las emisiones de GEI en Colombia para 2030.

Ese mismo año, la Bolsa Mercantil de Colombia inició la administración del mercado de bonos de carbono.

El mercado de carbono tiene dos modalidades:

El mercado regulado, enmarcado dentro de las normas definidas en el protocolo de Kioto, y el mercado voluntario, en el que se encuentra Falabella, que incluye una variedad más amplia de estándares para los proyectos.

Proceso de certificación de carbono neutro:

Icontec es la primera entidad operacional latinoamericana que ha recibido la acreditación de la junta ejecutiva del MDL, de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (UNFCCC).

La certificación permite:

1. Diseñar, desarrollar y gestionar el inventario de los gases de efecto invernadero.
2. Cuantificar todos los gases de efecto invernadero que se emiten a la atmósfera.
3. Instaurar las bases para generar medidas preventivas o correctoras para evitar dichas emisiones.
4. Los procesos de certificación del instituto se rigen por normas internacionales.

Por Redacción Especiales

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