El único requisito es mantener la concentración durante los 60 minutos que dura la consulta. Recostado en un cómodo diván, con una luz tenue, los ojos cerrados y el sonido de una caída de agua de fondo, el paciente comienza a sumergirse en lo más profundo del subconsciente. La voz del médico Germán Torres se escucha firme y clara mientras repite una serie de instrucciones que permitirán reducir las facultades analíticas y lógicas de la persona hasta lograr que entre en un intenso estado de relajación, en el que pueda ser sugestionada con el fin de modificar la manera como percibe y reacciona ante ciertas situaciones.
El objetivo de Torres con sus pacientes es lograr que aprendan a manejar la tensión que les genera el trabajo, el estudio, el tener que relacionarse con los demás o hablar en público en caso de que sean muy tímidos e incluso el diagnóstico de una enfermedad. Para ello debe aplicar una serie de técnicas de hipnoterapia, que en Europa son reconocidas por su efectividad y que están comenzando a utilizarse en nuestro país.
Después de graduarse como médico de la Universidad del Rosario, en Bogotá, Torres decidió viajar a Inglaterra en donde la hipnoterapia es una práctica común que se utiliza para diferentes procedimientos, desde tratamientos para dejar de fumar o combatir algunas fobias hasta como anestesia para la cirugía de cordales. Luego de obtener el título en esta especialidad, regresó al país para abrir un consultorio en Bogotá que busca brindarles a los pacientes una alternativa distinta, mediante la cual puedan descubrir las razones de fondo por las cuales casi siempre se sienten cansados, ansiosos, de mal humor o acelerados.
Para ello Torres explica que se necesitan mínimo tres sesiones, en las cuales pueda identificar el nivel de estrés en el que se encuentra la persona y luego enseñarle, adentrándose en su subconsciente, cómo relajar su cuerpo y su mente hasta lograr reprogramar la manera en la que reacciona ante ciertos estímulos, qué herramientas puede utilizar para alejar los pensamientos negativos y atraer siempre los positivos y una serie de ejercicios mentales que debe realizar en casa para que la tranquilidad se convierta en una constante en su vida.
Todos los días este médico bogotano recibe entre cinco y diez pacientes de diferentes edades: bebés, niños, adolescentes y adultos. Los más pequeños asisten porque sus padres los perciben irritados y con mucho llanto. Torres advierte que generalmente el estrés en los bebés se debe a que han absorbido la angustia de sus padres. En los niños los problemas generalmente están más relacionados con el colegio y la presión que sienten por sacar buenas calificaciones. Y en los adultos básicamente el estrés es fruto de los problemas socieconómicos, las relaciones afectivas y el trabajo.
Durante las consultas, Torres también busca limpiar los centros de energía para ayudar a que los pacientes se repongan mucho más rápido y recuperen el ritmo normal de su vida. Finalmente, después de haber asistido a las tres sesiones, la persona debe regresar periódicamente a una consulta de seguimiento que garantizará que el estrés se haya eliminado definitivamente y que su mente haya adoptado nuevas formas de reaccionar ante la presión.