Instagramer confesó haber asesinado a sus hijos por no poder mantenerlos

Elena Karimova confesó haber asesinado a sus hijos porque no podía mantenerlos. La mujer de 27 años tiene más de 21.000 seguidores en Instagram gracias a la vida lujosa que ostentaba y por su negocio de maquillaje. 

Karimove es divorciada y quedó a cargo de sus dos hijos  Khadizha, de cuatro años, y Suleiman, de dos. La instagramer asegura que después de la separación sentimental se volvió muy díficil mantener a los pequeños.

Según el portal de noticias Mirror, las autoridades rusas establecieron que Karimova había estrangulado a sus dos hijos en el asiento de atrás del carro que tenía rentado, y para no dejar rastro compró gasolina y llevó los cadáveres a un bosque para prenderles fuego y, después, dejarlos abandonados en una bodega.

El mismo medio asegura que volvió a prenderles fuego en el almacén, hasta que los bomberos llegaron al sitio. Una persona del sector afirmó que el fuego perjudicó el reconocimiento de los cuerpos, tanto así que los socorristas creyeron que se trataba del cadáver de un animal, pero al apagar las llamas notaron que se trataba de los cadáveres de los dos pequeños.

Karimova declaró a las autoridades que "no podía mantener a mis hijos". Añadió que lo sentía mucho y que no se explicaba cómo había llegado a cometer ese acto. Por su parte, familiares y amigos dicen que no pueden creer que ella haya asesinado a sus hijos, pues siempre vieron en la mujer una madre amorosa. La misma que mostraba en sus redes sociales. 

Elena Karimova confesó haber asesinado a sus hijos porque no podía mantenerlos. La mujer de 27 años tiene más de 21.000 seguidores en Instagram gracias a la vida lujosa que ostentaba y por su negocio de maquillaje. 

Karimove es divorciada y quedó a cargo de sus dos hijos  Khadizha, de cuatro años, y Suleiman, de dos. La instagramer asegura que después de la separación sentimental se volvió muy díficil mantener a los pequeños.

Según el portal de noticias Mirror, las autoridades rusas establecieron que Karimova había estrangulado a sus dos hijos en el asiento de atrás del carro que tenía rentado, y para no dejar rastro compró gasolina y llevó los cadáveres a un bosque para prenderles fuego y, después, dejarlos abandonados en una bodega.

El mismo medio asegura que volvió a prenderles fuego en el almacén, hasta que los bomberos llegaron al sitio. Una persona del sector afirmó que el fuego perjudicó el reconocimiento de los cuerpos, tanto así que los socorristas creyeron que se trataba del cadáver de un animal, pero al apagar las llamas notaron que se trataba de los cadáveres de los dos pequeños.

Karimova declaró a las autoridades que "no podía mantener a mis hijos". Añadió que lo sentía mucho y que no se explicaba cómo había llegado a cometer ese acto. Por su parte, familiares y amigos dicen que no pueden creer que ella haya asesinado a sus hijos, pues siempre vieron en la mujer una madre amorosa. La misma que mostraba en sus redes sociales.