La cultura Ballroom se toma Bogotá en el Infierno Fest
Esta semana, en Espacio Odeon, se llevará a cabo un espacio artístico que busca dar visibilidad a propuestas, marcas, emprendimientos, bailarines y artistas relacionados con la escena queer y disidente de la capital.
María Camila Sánchez Naicipa
En los años 70 y 80, la cultura Ballroom se tomó las grandes discotecas de Nueva York a través del baile y la música. A pesar de los prejuicios y las persecuciones (por ser un espacio para la reivindicación de los derechos de la comunidad LGBTIQ), el voguing se ha abierto paso en el mundo entero y Colombia no ha sido la excepción.
En el país, desde hace unos años, han nacido varios colectivos de ballroom y voguing que, a través del baile, organizan eventos para reivindicar no solo un estilo de danza, sino también un estilo de vida.
“La cultura Ballroom es un espacio de celebración, es una comunidad social muy fuerte que nace en un momento de opresión, de cuerpos y cuerpas oprimidas desde distintos lugares por la clase, el género, por la marginalidad, comunidades que de alguna manera sobrevivían por ser ellas, por tener una vida digna, por tener un espacio”, explica Demonia, bailarina y “madre” de House of Yeguazas, una de las “casas” más importantes de la escena en Bogotá.
Las casas se presentan como una alternativa de hogar para los oprimidos, al ser excluidos por sus familias consanguíneas por su orientación sexual o su orientación de género. House of Yeguazas, por ejemplo, es la evidencia de lo que significa hacer parte de estos espacios, de la construcción de otros modos de vivir y habitar, de permitir otros modos de afecto por fuera de los lazos familiares.
“Se nos excluye de estos espacios por ser quiénes somos, entonces al encontrar personas como nosotros, más personas que piensan igual, alineadas en pensamientos, en estéticas, en discursos políticos, se generan lazos de familia, de trabajo, de compañeras de hermandad”, cuenta Demonia de House of Yeguazas.
Para poner en escena, mediante la exploración del cuerpo, la danza y el performance, la disconformidad por los estereotipos y las normas sociales, estas casas organizan los ballrooms, espacio donde se puede vivir “lo que ha sido negado, de crear y de cuidar de quienes han decidido vivir por fuera de la norma, además de gestionar, abrir y permitir estos espacios que se crean a partir de la disidencia”, en palabras de Demonia.
Un espacio ballroom en la capital
Para celebrar esta expresión artística, este viernes 18 de marzo en Bogotá, en Espacio Odeon, se llevará a cabo el Infierno Fest, un espacio organizado por House of Yeguazas que busca dar visibilidad a propuestas, marcas, emprendimientos, bailarines y artistas relacionados con la escena queer y disidente de la capital.
Además del evento principal, habrá también talleres magistrales sobre Vogue Femme, Sex Siren, Twerk, Movimiento SenXual y conversatorios acerca de antiracismos, arquitecturas y deseos queer + Sex Siren.
Si quieres saber toda la programación visita el Instagram de House of Yeguazas.
En los años 70 y 80, la cultura Ballroom se tomó las grandes discotecas de Nueva York a través del baile y la música. A pesar de los prejuicios y las persecuciones (por ser un espacio para la reivindicación de los derechos de la comunidad LGBTIQ), el voguing se ha abierto paso en el mundo entero y Colombia no ha sido la excepción.
En el país, desde hace unos años, han nacido varios colectivos de ballroom y voguing que, a través del baile, organizan eventos para reivindicar no solo un estilo de danza, sino también un estilo de vida.
“La cultura Ballroom es un espacio de celebración, es una comunidad social muy fuerte que nace en un momento de opresión, de cuerpos y cuerpas oprimidas desde distintos lugares por la clase, el género, por la marginalidad, comunidades que de alguna manera sobrevivían por ser ellas, por tener una vida digna, por tener un espacio”, explica Demonia, bailarina y “madre” de House of Yeguazas, una de las “casas” más importantes de la escena en Bogotá.
Las casas se presentan como una alternativa de hogar para los oprimidos, al ser excluidos por sus familias consanguíneas por su orientación sexual o su orientación de género. House of Yeguazas, por ejemplo, es la evidencia de lo que significa hacer parte de estos espacios, de la construcción de otros modos de vivir y habitar, de permitir otros modos de afecto por fuera de los lazos familiares.
“Se nos excluye de estos espacios por ser quiénes somos, entonces al encontrar personas como nosotros, más personas que piensan igual, alineadas en pensamientos, en estéticas, en discursos políticos, se generan lazos de familia, de trabajo, de compañeras de hermandad”, cuenta Demonia de House of Yeguazas.
Para poner en escena, mediante la exploración del cuerpo, la danza y el performance, la disconformidad por los estereotipos y las normas sociales, estas casas organizan los ballrooms, espacio donde se puede vivir “lo que ha sido negado, de crear y de cuidar de quienes han decidido vivir por fuera de la norma, además de gestionar, abrir y permitir estos espacios que se crean a partir de la disidencia”, en palabras de Demonia.
Un espacio ballroom en la capital
Para celebrar esta expresión artística, este viernes 18 de marzo en Bogotá, en Espacio Odeon, se llevará a cabo el Infierno Fest, un espacio organizado por House of Yeguazas que busca dar visibilidad a propuestas, marcas, emprendimientos, bailarines y artistas relacionados con la escena queer y disidente de la capital.
Además del evento principal, habrá también talleres magistrales sobre Vogue Femme, Sex Siren, Twerk, Movimiento SenXual y conversatorios acerca de antiracismos, arquitecturas y deseos queer + Sex Siren.
Si quieres saber toda la programación visita el Instagram de House of Yeguazas.