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Cuidar la salud, conocer planes de alimentación y entender los avances que se dan en la ciencia son algunos de los temas que la pandemia, ocasionada por el coronavirus, ha puesto sobre la mesa y que generan una oportunidad perfecta para informar a las personas y darles herramientas que incidan en la calidad de vida y les permitan gestionar su salud en las diferentes etapas a través de la promoción y prevención.
Términos que con frecuencia se mencionan en los medios de comunicación, redes sociales o en conversaciones con amigos y que son determinantes en la salud. Estos temas se desarrollaron en el tercer conversatorio de la alianza Colsanitas-El Espectador, en el cual participó Nidia Paulina Veloza Ramírez, MD, gerente de Gestión Integral del Riesgo en Salud de Colsanitas y magíster en cuidados paliativos, quien inició la conversación señalando que “la promoción y prevención están estrechamente relacionadas y permiten incrementar el control de la salud y mejorarla”.
Los términos suelen confundirse, pero en palabras sencillas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la promoción de la salud es “el proceso que permite a las personas incrementar el control sobre su salud”.
Por ejemplo, la promoción de la salud oral en niños, el estilo de vida saludable y la nutrición balanceada son algunos que se tratan con frecuencia.
Por su parte, la prevención constituye una serie de estrategias encaminadas para evitar que se presenten enfermedades, detenerlas si ya existen y mitigar las consecuencias de las patologías.
Existen cuatro niveles de prevención. La primera prevención se encarga de controlar los factores de riesgo en la población sana, un ejemplo es la vacunación contra el COVID-19. La segunda realiza campañas de citología vaginal o autoexamen de seno, con el fin de identificar cualquier anomalía a tiempo.
La prevención terciaria se enfoca en individuos que ya tienen una enfermedad, pero busca prevenir complicaciones con programas para controlar las enfermedades como la diabetes, que prevalece en Colombia.
Finalmente, la cuarta evita gastos innecesarios en los servicios de salud, y el ejemplo ideal son los programas de cuidado paliativo. No se puede hablar de promoción y prevención por separado, ya que son un complemento para la gestión de la salud.
En Colombia, todo el modelo de promoción y prevención de la salud está bajo una sombrilla del modelo MAITE, el cual fue generado por el Ministerio de Salud y el cual ha ido uniendo todas esas actividades de promoción y prevención de la enfermedad en las Rutas Integradas de Atención en Salud (RIAS).
Este modelo, que ha funcionado bien y ha logrado trabajar con un equipo interdisciplinario, estará sujeto a cambios, al igual que varios modelos en el mundo. “Ya que la pandemia dejó en evidencia que el sistema de salud está enfocado en curar enfermedades, hacer rehabilitación y no en prevención, también nos obligó a mirar hacia nuestro interior en salud, en todos los niveles, y retarnos a cambiar de mentalidad, algo que ya está sucediendo”, asegura la doctora Nidia Paulina Veloza Ramírez.
Un cambio de mentalidad que en el mundo está dando un giro de 180 grados y se puede identificar en tres grandes tendencias. La primera se denomina keeping healthy, mantenerse saludable, para evitar enfermedades, retardar el envejecimiento y llegar a una edad de adultos mayores en mejores condiciones, claramente si se mantiene un entorno que mejore la salud.
La segunda es health efficiency, eficiencia en salud, que permite usar menos recursos en curar enfermedades y en menor tiempo, y la tercera tech health, tecnología en salud, que le permite a la salud volverse más cercana a través de la tecnología y así romper esas brechas tan marcadas en desigualdad.
Un ejemplo claro es la telemedicina, que llegó para quedarse, para crecer y facilitar una mejor gestión de la salud. “Es una oportunidad para llegar a esos lugares recónditos y mejorar la calidad de vida de las personas al poderse realizar un diagnóstico a tiempo, hacer juntas médicas e incluso lectura de imágenes. La tecnología nos está dando una oportunidad de romper brechas, pero también debe quedar claro que nunca reemplazará la presencialidad. Por eso proponemos un modelo mixto”, indica Nidia Paulina Veloza Ramírez.
En conclusión, es apostarle al autocuidado, porque como dicen: de nada sirve tener las herramientas, sino se ponen en práctica. La promoción de la salud del estilo de vida saludable y la prevención de la enfermedad permiten tener mejores condiciones de calidad de vida. Se debe recordar que es un proceso de gestión compartida, donde cada uno tiene una responsabilidad en el autocuidado y en esa promoción en las familias y las comunidades para que mejoren su salud.
El cuarto conversatorio de la alianza Colsanitas-El Espectador será el jueves 5 de agosto para tratar el tema: “Vacunación y nuevas variantes del coronavirus. ¿Qué debemos saber para no entrar en pánico?”.