“Algunos de estos tratamientos usan la psicoterapia, también medicamentos, algunos antidepresivos. En el pasado incluso se usaban descargas eléctricas para controlar las fantasías sexuales con personas del mismo sexo del paciente”, indica Xiaogang Wei, cineasta y actor gay.
La homosexualidad, considerada una enfermedad mental en China hasta el año 2001, es un motivo importante de discriminación, por lo que el 80% de los gays chinos sienten depresión y pánico respecto a su sexualidad, así que tratan de cambiar su orientación sexual.
Esta situación favoreció el brote de tratamientos fraudulentos que empezaron a aparecer hace una década, asegurando que podían “curar la homosexualidad”.
Los gays chinos, víctimas de persecuciones durante la Revolución Cultural (1966-76), sufren ahora la falta de información y educación acerca de la homosexualidad.