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Aunque nacida en Suiza, María Bernarda vivió la mayor parte de su vida en Colombia. Por ello, para muchos es la primera santa que da este país a la Iglesia católica.
Nació el 28 de mayo de 1848 en el seno de una devota familia campesina de Auw, en el cantón suizo de Argovia, y los 19 años ingresó en el monasterio franciscano de María Auxiliadora, en Altstätten, donde recibió los hábitos y entró en la clausura bajo el nombre de María Bernarda del Sagrado Corazón.
La religiosa abandonó su celda en 1888 para viajar como misionera, junto a quince hermanas, a Ecuador, donde fundó la Congregación de las Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora.
Debido a la persecución contra los religiosos católicos que ejercía el entonces presidente ecuatoriano, Eloy Alfaro, la Madre Bernarda debió huir junto a sus compañeras, siete de las cuales murieron en el éxodo, reveló a Efe Rocío Simancas, portavoz de la Clínica Madre Bernarda de Cartagena, fundada en 1952 en memoria de la religiosa.
María Bernarda del Sagrado Corazón llegó con seis de sus compañeras a Cartagena de Indias en 1895, donde fue acogida por el entonces obispo de aquella diócesis, monseñor Eugenio Biffi.
También allí fundó la Comunidad Hermanas Franciscanas Misioneras de María Auxiliadora y a partir de entonces dedicó su vida al servicio de los más necesitados en las áreas de la salud y educación.
"Monseñor Biffi les dio asilo, les asignó un hospital de mujeres pobres, muchas de ellas prostitutas, hasta que fundó otras obras para niñas y mujeres, educándolas. Ella se dio a conocer por su bondad, por su ayuda a las mujeres y a los sacerdotes", relata Simancas.
De acuerdo a la portavoz, la Madre Bernarda "no tenía apego a nada, vivió en la pobreza absoluta. Se dedico a la misión y nunca volvió a su tierra".
El 19 de mayo de 1924 la religiosa murió a los 76 años en Cartagena, tras vivir en esta ciudad durante 29 años. Sus restos reposan en la capilla del Colegio Biffi, convertido en santuario.
"No tenía una visión dividida del ser humano sino íntegra, de la misma iba la enseñanza humana y espiritual. Encarnó las enseñanzas de San Francisco sobre la paz. Su testimonio habla mucho de la vida interior", de acuerdo a unas recientes declaraciones de la hermana Teresa Giraldo, directora de la clínica Madre Bernarda y quien se encuentra en Roma para asistir a la canonización.
Giraldo ha viajado al Vaticano junto a una delegación colombiana, en la que está incluida la médica Mirna Jazime Correa, quien en 2002 sufrió una grave neumonía y tras recibir una reliquia de la Madre Bernarda se curó para siempre.
Este es uno de los dos milagros que se le atribuyen a la religiosa, por los que fue beatificada en 1995 y ahora subirá a los altares.
El otro milagro ocurrió en 1975, cuando una recién nacida no tenía visos de sobrevivir a causa de una espina bífida, pero al recibir una reliquia de la religiosa también se curó para siempre.
Para celebrar la canonización de la Madre Bernarda del Sagrado Corazón, en Cartagena de Indias se han preparados varios actos, entre ellos una eucaristía este domingo en el santuario o casa donde vivió la religiosa, a la que están invitados los vecinos del barrio de La Providencia.
Además, en la madrugada del 2 de noviembre, cuando regrese a Cartagena la delegación colombiana que asistirá a la canonización en Roma, se celebrará una procesión en La Providencia, en la que se recreará la vida y milagros de la santa.
Su recuerdo permanece vivo en Cartagena de Indias en dos lugares: el santuario o colegio Biffi, donde vivió y murió, y en la Clínica Madre Bernarda, consagrada al cuidado de los más necesitados.