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Sin embargo, fue cancelada debido a la falla registrada en uno de los instrumentos científicos que no se pudo reparar a tiempo. El daño se produjo en el sismómetro de alta precisión (SEIS), aportado por la agencia espacial francesa CNES, cuya esfera de vacío tiene un problema de sellado.
El SEIS es un instrumento de alta sensibilidad diseñado para medir movimientos del suelo tan mínimos como el diámetro de un átomo. Está formado por tres sensores que van dentro de una esfera de vacío sellada que es capaz de resistir las duras condiciones de Marte. El problema está en una fuga de ese sellado, un fallo que ya se había detectado hace unos meses y que parecía solucionado hasta que volvió a surgir el pasado lunes, cuando el equipo lo sometió a unas pruebas de temperaturas extremas (45 grados Celsius bajo cero).
Los científicos de la NASA anunciaron el martes su decisión de suspender el lanzamiento de la sonda InSight, que debería llegar al planeta rojo a finales de septiembre de 2016, según el plan previsto. El objetivo de la misión, a cargo del Jet Propulsion Laboratory (JPL, en California) consistía en estudiar la geología de Marte.
La nave se lanzaría entre el 4 y el 30 de marzo del próximo año, porque es el momento en que las posiciones relativas de Marte y la Tierra son perfectas para que el viaje exija menor energía. Esta oportunidad se da sólo durante unas pocas semanas cada 26 meses aproximadamente. Por esa razón, suspender la misión significa que InSight aplace su partida hasta 2018, aunque los responsables de la NASA no han descartado una cancelación definitiva del proyecto.
De acuerdo con las declaraciones de Charles Elachi, director del JPL, “los equipos del JPL y del CNES han hecho un esfuerzo heroico para preparar el instrumento de InSight, pero se han quedado sin margen de tiempo, dada la mecánica celeste, para un lanzamiento a Marte. Es más importante hacer las cosas bien que asumir un riesgo inaceptable”.
InSight es una misión espacial hija de la Phoenix, también de la NASA, que se posó cerca del Polo Norte marciano en 2007. Sus instrumentos han sido desarrollados, fundamentalmente, en Francia y en Alemania. El plan es que funcione al menos dos años en el planeta tomando datos sobre su interior porque hasta la fecha las misiones a Marte se había centrado en la superficie como rocas, montañas, ríos, suelos y volcanes. Pero jamás había intentado estudiar el núcleo, manto y la corteza del planeta.
Como lo informó el diario El País de España, “el conocimiento de la estructura interna de Marte ha sido un objetivo prioritario para los científicos planetarios desde la época de las [dos sondas] Viking”, aseguró John Grunsfeld, director adjunto de la NASA para misiones científicas. “Extendemos las fronteras de la tecnología espacial con nuestras misiones para permitir hacer ciencia, pero la exploración espacial es implacable y la línea de partida es que no estamos listos para el lanzamiento en la ventana de 2016”, remató.