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La pandemia de COVID19 presenta desafíos sin precedentes para la sociedad y los gobiernos en el mundo. En Colombia, se registró el primer caso el día 6 de marzo de 2020 y desde entonces el sistema de salud se está preparando para afrontar este problema y evitar que miles de personas mueran por las complicaciones del virus SARS-CoV-2. Lo desafiante de esta enfermedad se debe a, por un lado, la falta de un tratamiento específico lo que conlleva a que un porcentaje de estos pacientes (aproximadamente el 10%) presenten complicaciones respiratorias agudas que requieren manejo en la unidad de cuidados intensivos donde se les puede asistir con ventilación mecánica.
Por otro lado, la enfermedad ataca con mayor fuerza a las personas inmunocomprometidas, es decir, adultos mayores y polimórbidos, dos o más patologías crónicas principalmente hipertensión arterial y diabetes. Los tratamientos que reciben los pacientes que presentan complicaciones graves son medicamentos utilizados anteriormente para tratar otros virus y que buscan disminuir la inflamación. En este contexto, la nutrición se debe asociar al tratamiento del nuevo virus, tal y como lo propone la Asociación Colombiana de Nutrición Clínica (ACNC) en su artículo sobre Recomendaciones nutricionales para pacientes hospitalizados con infección por SARS-CoV-2, publicado en la Revista de Nutrición Clínica y Metabolismo.
En este documento, los expertos de la ACNC hacen énfasis en que los pacientes con desnutrición son más susceptibles de adquirir enfermedades virales, y que la terapia nutricional es un aspecto clave para la recuperación de estos pacientes. Es importante tener en cuenta que es más probable que los pacientes con desnutrición provengan de grupos socioeconómicos más bajos. Por lo tanto, el abordaje nutricional de los pacientes con COVID19 debe enfocarse en la prevención y el tratamiento de la desnutrición. El tratamiento nutricional puede lograrse con la alimentación optimizada y de ser necesario usar suplementos nutricionales orales o la necesidad de nutrición artificial (ya sea, enteral o por sonda al estómago y/o parenteral usando una vena).
El objetivo es que cada paciente reciba una cantidad suficiente de proteínas, calorías, vitaminas y minerales que permitan el buen estado nutricional y la lucha contra la enfermedad. Los principales retos que identifican los expertos es alimentar a los pacientes en cuidados intensivos con ventilación mecánica. El estado de inflamación y su condición crítica hace que muchos de estos pacientes no soporten la alimentación por esta vía. Además, los expertos hacen énfasis en que, aunque muchos de estos pacientes deben ser colocados en posición prono para que respiren mejor (boca abajo) la nutrición debe continuarse. Los pacientes que han salido de cuidados intensivos pueden presentar problemas para tragar o deglutir, por lo que los expertos recomiendan estar atentos y solicitar la intervención de nutricionistas dietistas para adaptar la alimentación en cuanto a su consistencia con la ayuda de fonoaudiólogos.
*Nutricionistas de la Asociación Colombiana de Nutrición Clínica.