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En el video se puede ver a una multitud congregada el domingo pasado para escuchar el sermón de Alph Lukau (fundador de la iglesia Alleluia Ministries International) en Johannesburgo.
En un punto de la ceremonia, Lukau se acerca a un ataúd donde hay un hombre vestido de blanco que finge estar muerto, con sus familiares llorando alrededor, a pesar de que se le ve, por ejemplo, parpadear de vez en cuando.
Tras recitar unas oraciones, el pastor le pone las manos encima y el supuesto muerto se levanta.
Las imágenes se volvieron virales y desataron la preocupación entre diferentes instituciones, desde la Comisión para la Promoción y Protección de los Derechos Culturales, Religiosos y Lingüísticos de las Comunidades (CRL, un órgano independiente con mandato constitucional), hasta el propio Gobierno.
En las redes sociales, la etiqueta "ResurrectionChallenge" (Desafío de Resurrección) se volvió tendencia con miles de bromas al respecto y cruzó las fronteras de Sudáfrica.