Siete delincuentes armados y con sus rostros cubiertos con caretas asaltaron una sucursal de un banco de capitales argentinos en pleno centro de Buenos Aires pero robaron dos sacos que sólo contenían correspondencia.
El curioso robo ocurrió en el Banco Credicoop, después de que los ladrones ingresaran en la entidad crediticia por el garaje y con un automóvil idéntico al que utiliza el gerente de la sucursal.
Una vez dentro del banco los delincuentes amenazaron a los gritos al personal, sustrajeron dos sacos que acababa de dejar una camioneta de una empresa de correo privado y huyeron en el mismo vehículo con el que habían llegado.
En un comunicado, el banco aclaró que los ladrones "se apropiaron de dos bolsas cerradas que contenían correspondencia sin valor comercial alguno".
Fuentes de la policía dijeron a los medios de prensa que al parecer los ladrones confundieron su objetivo al llevarse la correspondencia porque las sacas con dinero que también habían llegado al banco momentos antes ya habían sido depositadas en el tesoro.