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¿Es usted de los que sale con cometarios como: “yo ya aprendí la lección”, “yo sé que es mejor desconfiar”, “hay que ir despacio porque de eso tan bueno no dan tanto”, “la verdad es que sin dolor no hay recompensa” o “esto es demasiado bueno para ser cierto”? Si es así, no se preocupe, hay muchas personas que piensan lo mismo cuando se les está presentado una oportunidad o situación que añoraban hace mucho tiempo.
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Ante esto, Sylvia Ramírez, experta en temas de vida y felicidad, le tiene la solución. “Puede que no lo haya notado, pero la fe y el miedo son dos caras de una misma moneda, se trata de la convicción mística e intima de que eso que tanto está esperando va a pasar y es exactamente ahí donde surge el problema existencial, donde se le activa el comando de la mal interpretada madurez y se dice en su dialogo interno todas esas cosas que no lo dejan sentirse cómodo con el momento, la oportunidad o el sueño”, explica Ramírez en la 'Columna de la Vida'.
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La experta ofrece tres alternativas para que usted cambie sus emociones y pensamientos frente a una oportunidad: Anímese a soltar el terror de mirar hacia atrás y todo tiene su hora, aunque al leerlas pueden sonar imposibles, siempre metalicese que “al final, de eso tan bueno, sí dan tanto”.