Por ahora, de acuerdo con lo que marcan las encuestas, con el análisis de los expertos y el mismo sentir ciudadano, el concepto es general: la Presidencia de la República se definirá en segunda vuelta y allí las alianzas entre las fuerzas políticas serán las que inclinen la balanza. Con este panorama y con la polarización que impera en la campaña, surge entonces una pregunta: ¿Alcanzarán a cicatrizar las heridas que hoy se están causando los candidatos para consolidar dichas coaliciones?
Hay quienes dirán que la política es dinámica y que todo es posible. Sin embargo, no se puede desconocer que el choque de ayer entre el candidato verde, Antanas Mockus, y el del Polo Democrático, Gustavo Petro; o los ataques continuos del liberal Rafael Pardo y la conservadora Noemí Sanín al candidato de la U, Juan Manuel Santos, exigiéndole que asuma la responsabilidad en temas como los falsos positivos o la utilización con fines electorales del programa presidencial Familias en Acción, tienen crispado el ambiente.
Las declaraciones de Mockus, en el sentido de que una alianza con el Polo no es posible porque no encuentra identidades plenas entre sus propuestas y las de Petro —insinuando además que éste tiene “teorías que justifican la violencia” y que no hará “ningún tipo de alianza con el Polo porque hay fuerzas en ese movimiento que todavía no han roto lazos con la subversión”—, cierran la posibilidad de un pacto. Horas más tarde, Mockus aclaró que nunca quiso decir que había una complicidad entre el Polo y las Farc.
Pero la herida estaba hecha. En respuesta, Petro calificó el pronunciamiento del candidato del Partido Verde como “maquiavélico” y tendiente al uribismo. “Si a Mockus le parece que buscar la equidad social para todos los colombianos es violencia, pues adiós Mockus”, sostuvo, adelantando la que sería la postura del Polo en segunda vuelta: ni con Mockus ni con Santos.
Y hay otra situación que se está presentando y que también enrarece el ambiente. Se trata de los rumores que hablan de una coalición entre el candidato de Cambio Radical, Germán Vargas, y Santos. “Esos son los rumores que me hacen daño. Cuando se difunden estas consejas, ¿quién va a respaldar a una persona que de antemano está negociando su propia candidatura?”, dijo ayer molesto Vargas Lleras, al ser indagado sobre el tema. Por todo eso es que el asunto de las alianzas para la segunda vuelta puede ser más complicado de lo que muchos creen.