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El 4 de julio Colombia estará de fiesta cuando la Constitución Política cumpla 20 años de vida. Una celebración a la que no alcanzó a llegar una de sus hijas, la Comisión Nacional de Televisión (CNTV), que esta semana recibió su más duro golpe cuando el Congreso decidió separarle su rango constitucional y sacarla de funcionamiento en los próximos seis meses, tiempo del que disponen sus representantes para tratar de ‘capotear’ controvertidas decisiones millonarias, como el futuro del tercer canal y el adecuado manejo de los dineros de la señal digital de los canales públicos.
Por eso, el primero que salió a informar sobre el escenario en el que queda la CNTV fue Diego Molano Vega, ministro de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), cuando detalló que “sigue con sus funciones hasta el final de año y dentro de su saber y entender deberá decidir si continúa con los procesos que tiene abiertos o no”. Así las cosas, serán los comisionados actuales quienes tendrán la libertad, antes de que liquiden la entidad, de tomar disposición sobre los pendientes, si apresuran sus posiciones o, al contrario, como ya se dice entre corrillos, darán un paso al costado y le dejarán los ‘cicharrones’ al nuevo ente que lo reemplazaría.
Con el segundo escenario, el tercer canal tendrá luz verde bajo el ‘nuevo ecosistema de telecomunicaciones’, mientras está claro que la regulación de las redes estaría en las obligaciones de la Comisión de Regulación de Comunicaciones que ya existe; y la administración del espectro, en la Agencia Nacional del Espectro. Y para las políticas de televisión “deberíamos tener un ente independiente, ligero, que no posea una estructura burocrática compleja y que trabaje en el desarrollo de los contenidos”, recalcó Molano.
Y aunque el mismo ministro fue quien anunció que con la buena nueva del Congreso se podrá tener un organismo que esté pensando en las nuevas tecnologías, la convergencia y el desarrollo de contenidos digitales, la comisionada Zulma Casas suelta su posición con duras críticas al respecto y habla de un retroceso en las instituciones democráticas. “No se debatió nada. Participaron allí personas recusadas”.
Reveló que dentro de la Comisión estuvieron esposas, amigas y familiares de los congresistas que cantaron victoria con la finalización de la entidad y “es muy triste para quienes estuvieron en la Comisión ver cómo se les llena la boca a los congresistas hablando de honestidad”. Apuntó que pensar en regular contenidos es absurdo y acusó al ministro de las TIC, Diego Molano, de tener un escaso conocimiento democrático “que empató con apoyar la campaña del ministro estrella del gabinete, Germán Vargas Lleras”.
Pero no se detuvo al referirse a la puesta en marcha del modelo de televisión digital terrestre y recalcó que es “un gran título para un proceso más sencillo de lo que se cree. El verdadero aporte es un dividendo digital dentro del espectro. Eso le genera una ventaja al Estado. Por eso quieren acabar la CNTV, para vender el espectro que queda libre”. Y ante los procesos pendientes, como el tercer canal, comentó que “hay temas delicados como el manejo del espectro radioeléctrico debido a que los empresarios de la televisión pagaron las prórrogas”.
Una comisión que desde hace más de 15 años ha sido objeto de debate y por la que se sumaron nueve proyectos de reformas que buscaron, en tres gobiernos distintos, quitarle la protección que le brindaba la Carta Política. Sólo en esta oportunidad, 88 votos a favor le dieron la razón al gobierno de turno. Será por eso que Ricardo Galán, excomisionado, estuvo de acuerdo con la decisión del Congreso y apuntó que “lo que sucedió en el Congreso se lo merecía la CNTV, porque en 15 años hizo muy poco por la televisión nacional”.
Galán, pensando en el futuro, también lanzó sus incertidumbres: “A mí lo que me preocupan son varias cosas: 1. ¿Qué va a pasar con la televisión pública? ¿Se van a mantener o no los canales públicos? Eso no está claro, ese futuro. 2. Que el ente que creen realmente vigile los contenidos que ven los niños. Colombia debería seguir el modelo de Francia, que vigila los contenidos y eso además estimula la creación de los mismos. 3. ¿Qué va a pasar con la televisión por suscripción, que hoy está en el 62% de los hogares?”.
Surgen más dudas frente al futuro de la televisión en el país. Eduardo Noriega, otro excomisionado, señaló que durante los seis meses que tiene para desaparecer la CNTV, está claro que se van a paralizar procesos como el tercer canal. “Estamos en un momento de improvisación y los perjudicados van a ser los operadores, la industria de la televisión”.
Y agrega que el Gobierno se tomó el manejo de la televisión: “Durante los últimos ocho años, el uribismo capturó la Comisión. El gobierno de Uribe la puso a su servicio”, aclarando además que con lo que está sucediendo Colombia va hacia el modelo de televisión que tienen Venezuela y Bolivia, donde todo lo regula el Estado.
Y puso el dedo en la llaga frente a uno de los temas más complicados: el Gobierno no ha pensado qué hacer con otra papa caliente, el pasivo pensional de Inravisión que supera el medio billón de pesos. “Si la Nación lo asume, hay un desfinanciamiento de la televisión pública. No habrá recursos para financiarla”.
Pero los que también están preocupados son precisamente los interesados en la puja por el tercer canal. Para Andrés Umaña, uno de los abogados que ha seguido de cerca el caso, la actual coyuntura “es un paso adelante. En los procesos que hemos estado involucrados, la forma de funcionar de la CNTV dificultó el desarrollo de algunos proyectos. Se deben seguir las tendencias internacionales para unificar autoridades en materia de comunicación”. Y apuntó, además, que “debería existir una autoridad encargada de promover contenidos. El resto de temas técnicos, que esté en cabeza de otras entidades”.
Una serie de inquietudes, posiciones y opiniones que están marcando el camino los últimos seis meses de vida de la CNTV. Mientras esos días pasan, y con los argumentos en la mano, el ministro Diego Molano parece tener las respuestas a todas las preguntas: ¿Quién va a manejar, por ejemplo, los dineros de la televisión pública? “Eso es parte del debate que tenemos en la ley que llevaremos al Congreso el 20 de julio, pero el nuevo ente debe tener esa responsabilidad y definir los parámetros de cómo distribuir esos recursos, porque hoy en día están cayendo y tenemos que ver cómo crecerlos para que ayude al desarrollo”.
Y, al final, ¿qué personas manejarán ese nuevo ente? Hemos hecho seis foros en distintas ciudades y estamos trabajando con comisiones de Senado y Cámara. Debe ser un ente con un director ejecutivo y una junta directiva que represente al país, que además se le pague por cada vez que vaya y no como funciona hoy en día. Será independiente del Gobierno, porque no podemos dejar en manos precisamente del Gobierno de turno los contenidos de televisión. Ese ente los determinará, recalcó.
Sin censura
Diego Molano, ministro de las TIC, después de la aprobación para eliminar la CNTV, recalcó que no puede haber censura de ninguna clase en los medios de comunicación y en internet. Consideró que se debe dar prioridad al fortalecimiento de las nuevas tecnologías y de la televisión pública.
“Que el gobierno y las nuevas entidades promuevan el desarrollo de contenidos. En Estados Unidos la gente está gastando más tiempo en el horario ‘prime time’, triple A, en internet que viendo televisión”, señaló el ministro, quien considera que los usuarios le dedican ahora más tiempo a la red.
Aseguró que el televisor pasó a ser el cuarto elemento en materia de uso, después del celular, el internet y el computador personal, por lo cual se necesita un ente que piense en desarrollo, convergencia y nuevas tecnologías.