Luces, cámara... versión

El expresidente Álvaro Uribe rendirá versión libre este jueves ante la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes —dentro del proceso de los seguimientos e interceptaciones telefónicas ilegales del DAS a periodistas, magistrados de la Corte Suprema de Justicia y miembros de la oposición—, y desde ya se puede prever el tono que tendrá la diligencia y augurar un nuevo episodio de polarización política, algo que no se veía desde la llegada de Juan Manuel Santos al poder, en agosto de 2010.

Que el exmandatario acudirá a la cita a defender su obra de ocho años de gobierno, de eso no cabe duda. “En el proceso de chuzadas nos sometemos a todo”, escribió Uribe el pasado fin de semana en Twitter, mientras que en entrevista para el diario La Tarde, de Pereira, señaló que “la discusión del DAS es muy vieja. Hay directores del pasado involucrados en el atentado a Luis Carlos Galán. Por esos temas iré a responder a la Comisión”. Y de paso, aprovechó para tirarle pullas a Santos, al señalar que “uno para lucirse no tiene que graduar al gobierno anterior de corrupto”.

Pero además, en su cruzada de palabras, que pareciera tratar de fijar una posición a la ofensiva previa a la versión libre, el exjefe de Estado aceptó una vez más que les comentó a algunos de sus excompañeros de gobierno, “quejosos de que no tenían garantías de la justicia”, que buscaran asilo. “Yo se lo tengo que decir al país con toda sinceridad. No voy a ponerme a decir que yo no fui o que fue a mis espaldas (...) les dije: si ustedes sienten que obraron y que no tienen garantías, busquen asilo (...) yo no puedo engañar a mis compatriotas negando eso”, dijo.

Es con este telón de fondo —con pronunciamientos venenosos que definitivamente implican marcar distancia del gobierno Santos— que Uribe rendirá la versión libre por el caso de las chuzadas, sin olvidar que fue él mismo quien pidió desde noviembre de 2010 ser escuchado en la Comisión de Acusación. Una sesión que se ha anunciado será pública y transmitida por televisión. Y es allí donde radican los temores de muchos de que la diligencia se convierta en un show en el que tanto Uribe como los afectados por los seguimientos del DAS, algunos de los cuales estarán presentes en la diligencia, quieran sacar provecho.

“El expresidente está en su derecho de ser escuchado (...) pero debe hacerlo de manera ordenada, respetuosa, sin regañar, ni gritar. Hacer una petición por cada caso, no pretender hablar de todo al mismo tiempo. No será este el espacio para que se eche un discurso de 15 días, ni para hacer populismo jurídico”, le dijo recientemente a El Espectador el representante Alfredo Bocanegra, quien tuviera a cargo durante un tiempo la investigación, pero tuvo que declararse impedido tras protagonizar un duro choque verbal con el exmandatario. “No me voy a prestar para que el presidente Uribe pueda morir de viejo, como Tirofijo, sin que se le sancione”, declaró el congresista al momento de hacerse a un lado.

Desde un comienzo, el caso de las chuzadas del DAS en la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara ha estado mediado por la polémica. Primero con Augusto Posada, representante antioqueño del Partido de la U, a quien la exsenadora Piedad Córdoba —aceptada como parte civil en el proceso contra Uribe— recusó por ser una persona muy cercana al expresidente, por lo que tuvo que dejarlo.

Luego con Camilo Andrés Abril, representante de Cambio Radical por el departamento de Casanare, a quien le correspondió asumir la investigación después de Bocanegra, pero dos días después renunció a ella alegando amenazas. “Esperamos que esta versión no termine siendo un show del expresidente”, dijo Abril al ser consultado por este diario sobre el caso, confirmando los temores ya existentes.

Sorteada una vez más la investigación, le correspondió asumirla a Yahir Acuña, representante de Sucre por las comunidades negras, quien ha sido cuestionado de ser ficha de la empresaria del chance Enilce López, La Gata, y actualmente detenida, acusada de nexos con grupos paramilitares y de ser muy cercano al exgobernador Salvador Arana, condenado a 40 años como autor intelectual de asesinato. “Se me ha tratado de satanizar (...) dicen que no soy la persona adecuada para intervenir en un proceso tan importante, pero sí lo soy”, es la respuesta de Acuña a los señalamientos.

Y en este tire y afloje, con un expresidente Álvaro Uribe a la ofensiva y la prevención por lo que pueda suceder en la versión libre, están también del otro lado las víctimas de las interceptaciones telefónicas ilegales. Periodistas, magistrados de la Corte Suprema y políticos de oposición que ya en otros escenarios han acusado al exmandatario de ser gestor de las actuaciones irregulares del DAS y esperan el momento para encararlo. El Espectador buscó conocer la postura que asumirán frente a la versión libre de Uribe, pero todos coincidieron en que prefieren esperar a escuchar su declaración y no darle argumentos “para que haga su show”.

Así las cosas, es evidente que la comparecencia del expresidente Álvaro Uribe ante la Comisión de Acusación de la Cámara, más allá de las expectativas en el terreno de lo jurídico, implica también un duro pulso político entre el “uribismo purasangre”, dedicado por estos días a cuestionar varias de las políticas del gobierno Santos, y los que en el pasado fueron sus opositores y hoy gozan de las mieles del poder. Un momento culminante de un proceso espinoso que se ha prolongado por cerca de dos años y cuyas consecuencias aún están por verse.

Los procesos contra Uribe

En la actualidad, según las estadísticas que se manejan en la misma Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes, contra el expresidente Álvaro Uribe existen 242 procesos.

Las investigaciones más sonadas contra el exmandatario son: la de las denominadas chuzadas o seguimientos e interceptaciones ilegales del DAS, la yidispolítica, un proceso por la firma irregular de un contrato con una cooperativa Convivir cuando fue gobernador de Antioquia en 1997, recientemente remitida a la Fiscalía, así como el del famoso caso de El Aro, Antioquia, donde los paramilitares perpetraron una masacre en la que perdieron la vida 15 campesinos y que había sido denunciada ante el gobernador Uribe por el asesinado expresidente del Comité de Derechos Humanos de Antioquia, Jesús María Valle.

Así será la versión libre

Mañana jueves, a partir de las 9 de la mañana, llegará el expresidente Álvaro Uribe a la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara acompañado de su abogado, Jaime Lombana, quien solicitó la diligencia en versión libre, al manifestar que el exmandatario desea que el país conozca su versión sobre las indagaciones que se adelantan por el seguimiento ilegal a magistrados, periodistas y políticos de la oposición.

Según señaló el representante investigador, Yahir Acuña, “es una versión libre en la que Uribe estará acompañado por su abogado, quien sólo asiste como garante de sus derechos. Ya tenemos listo el cuestionario con preguntas enfocadas a establecer qué interés podría tener el exmandatario en los seguimientos”.

Por primera vez en la historia, esta diligencia será pública y televisada. El director del Canal Congreso, Francisco Sánchez, confirmó que el Senado cedió los derechos de transmisión, que le correspondían, para emitir la versión libre.