"Messi, no lo olviden: mi nombre es Leo Messi"

Cuando Lionel Andrés Messi Cuccittini iba a ser bautizado en una iglesia de su ciudad natal, Rosario, Argentina, sus padres cuentan que el bebé se quedó impávido, concentrado en los gestos del sacerdote, y que cuando el agua bautismal cayó sobre su cabeza no se dignó hacer una sola mueca.

Como si desde tan temprana edad, Lionel ya tuviera conciencia de sí mismo y un gran sentido de la discreción.

Por suerte existen biografías, que pueden dar cuenta de esas anécdotas, y autores que se lanzan a escribirlas, como lo ha hecho el periodista francés Frédéric Traïni en su libro “Messi, une vie en grand “ (Messi, una vida en grande) (1).

El valor de este libro está en reunir por primera vez en francés, detalles de la personalidad de Messi, ampliamente analizada y comentada por la prensa hispana (tímido, reservado, generoso, de buenos modales en la vida social ; peleón, batallador y perfeccionista en el campo de juego), pero poco conocida por el público francófono, cuyo mito en materia de fútbol sigue siendo un argentino, pero con el nombre de Diego Armando Maradona.

Lionel Messi no dio ninguna declaración al periodista para la redacción de esta biografía que acaba de publicarse en París. Frédéric Traïni recurre a documentales, biografías ya escritas sobre él en español y en catalán, y a otras dedicadas a Maradona, Ronaldinho, Samuel Eto’o, Gérard Piqué y Carles Pugol, personajes ligados al mundo del fútbol y de hecho al universo de Leo Messi.

Traïni se vale también de su experiencia de 20 años como corresponsal del diario francés “L’Equipe” en Barcelona, lo cual le permitió observar la evolución del joven Messi desde su llegada con su padre a Barcelona en el año 2000, de su ciudad natal Rosario, en Argentina.

El libro viene estructurado en cuatro partes, con cinco capítulos cada una, que abordan la vida del mito, desde su llegada al mundo. Se relatan algunos momentos del nacimiento de Lionel Andrés, el 24 de junio de 1987, “un bebé pequeñito” habrían dicho sus padres al verlo la primera vez. Y luego su infancia en el barrio “Las Heras”, cuna de los primeros inmigrantes italianos llegados a Argentina. De hecho el texto nos remite a sus primeros logros como jugador junior en el Newell’s Old Boys NOB (1994) de Rosario, y a sus entrenamientos en la escuela del club en las Islas Malvinas, que acababan de vivir una guerra en 1982.

El bucólico mundo del pequeño Lionel se presentaba muy bien. Era amado por sus padres, gente de clase media de una de las ciudades más bonitas de Argentina, que vío nacer a otro mito, Ernesto Guevara de la Serna, conocido como El Che. Messi era un niño que gozaba del juego, y era apreciado por su talento y buen genio. Era también la gloria de su abuela Celia, la primera en ofrecerle un balón de fútbol.

Pero a sus 10 años Lionel Messi sufre de un problema de crecimiento. ”En cada foto de fín de curso se veía que mis compañeros iban creciendo y que yo me quedaba chico” recordará más tarde Messi . Esto, en un país de post dictaduras, hundido en una grave crísis económica, planteaba a la pareja Messi - Cuccittini la dificultad de poder ofrecerle un tratamiento médico adecuado pero costoso al tercero de sus hijos.

El padre Messi, don Jorge, consejero, protector y ahora empresario de su hijo, optará por aceptar los halagos que ya le empezaban a manifestar los clubes europeos y decide llevarse a Lionel para Cataluña, España, de donde venía la mejor proposición : Tratamiento, formación, integración profesional.

El 16 de septiembre de 2000, con apenas 13 años de edad, Lionel Messi pisará por primera vez suelo europeo, para integrar a los pocos días la prestigiosa y exigente escuela de formación del FC Barcelona, “La Masia”, algo así como la Universidad de Harvard del fútbol en Europa.

Traïni recueda los comienzos de Messi en la escuela del Barça :” Desde ese tiempo Messi ya mostraba tener una carrera trazada. Se comportaba como un profesional, con una sonrisa infantil que escondía una voluntad impresionante”.

“Un día, cuenta el periodista francés, le anunciaron al responsable de FC Barcelona de la época Carles Rexach, que un joven argentino había llegado a La Masia. Rexach fue a darle una vuelta al estadio para ver a Messi en pleno entrenamiento. ¿Quién es ese? ¿Dónde están sus padres? habría preguntado Rexach a su entorno. ¿Quieres quedarte en esta ciudad? le habría dicho más tarde el padre a su hijo Lionel”. Cinco minutos habrían bastado para cambiar el destino del joven Messi y del fútbol mundial.

Pero tendrán que pasar seis años desde esa fecha, para que Messi y su padre, ayudados por aquellos que descubrieron desde el primer momento el talento del jugador, para que se superen las dispendiosas gestiones administrativas y hasta los aprioris culturales, y que Lionel Messi pueda al fin integrar la planta de jugadores profesionales del FC Barcelona. Lo hará como jugador “extracomunitario”, como lo fueron Ronaldhino, el brasileño y Samuel Eto’o el camurunés, dos coequiperos que acogieron al argentino como a un hermano menor.

En su libro, Frédéric Traïni deja planteadas dos preguntas, las mismas que la prensa deportiva se hace continuamente: ¿Es Messi quien le ha dado relieve al actual FC Barcelona? ¿O es el FC Barcelona el que ha esculpido el genio de Messi? los expertos dirán que ni lo uno ni lo otro, o que las dos tesis tienen argumentos.

Es cierto que el FC Barcelona es reconocido como un gran club y equipo. Hasta la fecha es el único que ha ganado todos los torneos en Europa. Para muchos hinchas y no hinchas es el mejor equipo del mundo. Para los catalanes simplemente es “El equipo del mundo”.

Leo Messi un catalán argentino

Messi acaba de ser galardonado por tercera vez en el 2011 con el Balón de Oro de la revista deportiva francesa “France Football”, validado por la FIFA desde el 2010. Su rostro ocupa ahora la portada de la revista americana Time, algo excepcional para un jugador de futbol. Este libro de Traïni nos permite acercarnos un poco al fondo de ese mito. Sin duda Messi se ha construido con talento, inteligencia, constancia y buena suerte, una estrella.

Un mito que según Traîni ha sido calificado de “marciano, testarudo solitario, La revelación, el Diuz, El pie de Dios, El músculo del diablo…”. Todo ese ser en medio de un “laberinto celeste”, y es aquí en donde se puede detectar una fisura, ¿pero en quién: en Messi o en la Selección Argentina?

¿Mecci, ha dicho usted Mecci ? Mientras que Messi triunfa en España, los argentinos poco interés demuestran por su jugador. Traïni lo recuerda así: “Al cabo de un tiempo de haberse ido de Rosario, la Asociación de Fútbol Argentina terminó por preguntarse quién era ese chico del cual se hablaba tanto en Barcelona.

Los dirigentes deciden enviarle entonces un correo, pero con el apellido mal ortografiado, para invitarlo a cumplir compromisos con la Selección Nacional : “Señor Lionel Mecci”, le escribe La AFA el 29 de junio de 2004. Nadie sabía de Messi en Argentina, mientras que en Barcelona lo guardaban como una joya”. Así fue como por primera vez Lionel Messi vistió la camiseta de Argentina contra Paraguay.

En la contraportada del libro de Traïni aparece una célebre frase de Diego Armando Maradona sobre esta revelación que lo sucede a él en el podium de la fama: “ Ver jugar a Messi es mejor que hacer el amor”. Y por tanto…

La relación entre ellos dos no ha sido la mejor, aún menos cuando Messi tuvo que asumir su liderazgo en la Selección Argentina en el Mundial de Fútbol en Sudáfrica de 2010, con Maradona como director técnico. Messi y los Albicelestes, una alquimia que no se ha dado. Dejemos a los expertos que nos expliquen las causas...

Lionel Messi, el jugador del Barça, la selección de Josep Guardiola, (su nuevo ángel protector), argentino de nacimiento y español por adopción, es hoy un joven de 25 años adulado y admirado, con un salario que sobrepasa los 11 millones de Euros anuales.

Con su aire de niño educado, modesto y sonriente, el yerno ideal, como lo describe Frédéric Traïni, Leo Messi hace soñar a las grandes marcas de ropa deportiva, alta costura, perfumes, compañías aéreas… “Hoy Messi vende de todo, desde productos dietéticos hasta carros de la más alta calidad”.

Lionel Messi según Frédéric Traïni, sólo detesta que lo llamen Lio. “Recuerden bien mi nombre. Leo, mi nombre es Leo Messi”, parece que dijo una vez a unos periodistas que lo esperaban a la salida de La Masia.

Desde aquella época, nadie ha olvidado ese nombre, fulgurante Leo Messi.

MH Escalante

(1) Messi : Une vie en grand/ Frédéric Traïni.- Editions Hugo et Cie. Paris, 2011. 218 páginas. ISBN : 9782755609257 En librerías desde Enero 2012.