Mujeres en cargos de liderazgo

Cuando hablamos de las temáticas de mujer, pocas veces las asociamos con industria y tecnología, un sector que tiene una partición del 1,19 en el PIB nacional. De hecho, de acuerdo con el DANE, la industria de las TIC reporta cifras de alrededor de $8,98 billones, con 4.016 empresas, de las cuales 1.300 son de software y servicios relacionados. Sólo durante 2016 la facturación del sector fue de $5,9 billones, generando más de 70.300 empleos. 

Según datos del observatorio de las TI del Mintic, la participación de hombres en la industria en 2015 era del 61 %, y la de las mujeres sólo del 39 %. Lo mismo pasa con la elección de carreras, pues en la experiencia con las becas de talento que otorga el Ministerio, de las 2.230 personas beneficiadas en 2016, el 76 % eran hombres y el 24 %, mujeres. 

Para David Luna, ministro de las TIC, esta baja participación de la mujer se da por los estereotipos socioculturales de género que encasillan a las mujeres en papeles y profesiones. El promedio que estudian carreras relacionadas con áreas de las tecnologías de la información (TI) en el mundo está entre 20 y 25 %.

En Colombia, aunque se gradúan más mujeres que hombres, existen menos estudiando carreras de TI y, por supuesto, esto incide en su participación en el mercado laboral. Sin embargo, cada vez hay más oportunidades no sólo para transformar estas cifras, sino para cambiar sociedades y nuestra propia cultura.

Porque la historia de la tecnología e innovación pocas veces se escribe en femenino. Zhou Qunfei, Denise Coates, Lam Wai Ying, Margareth Hamilton, Hedy Lamarr, entre otras, han dejado un hito histórico en el sector de las tecnologías. Pero, ¿por qué no tener más nombres de este tipo en el listado? ¿Por qué no ser las nuevas protagonistas?

Luisa Esguerra es una de las mujeres colombianas más conocedoras y apasionadas por la tecnología, cuenta con más de 10 años de experiencia en este sector, desempeñando posiciones de liderazgo en compañías de gran renombre en la industria TI como Nextant, Oracle y Softline. Se ha destacado en su trayectoria profesional por liderar y dirigir áreas de desarrollo y transformación de negocios de clientes a través del uso de tecnologías world class en servicio al cliente, ventas, supplies, comunicaciones, mercadeo y operaciones.

Hace dos años y medio es la Country Mánager Latin America de Symantec, una compañía de ciberseguridad, líder del mundo en seguridad informática.

“Encontré esa mezcla que hace que la tecnología aplicada tenga sentido para algo más allá de uno sentarse detrás de un escritorio a escribir un código. Si no cómo de verdad puede hacer algo transformacional en la sociedad en Colombia. Ahora teniendo otros países a cargo, indudablemente seguir buscando impactos en la región. La tecnología me apasiona hoy más que nunca, usada de la manera efectiva, puede transformarlo todo, desde un apartamento hasta la compañía más compleja”, añade. 

Luisa, no sólo por su propia experiencia, sino por lo que ve cada día en las compañías con las que tiene comunicación directa, asegura que la inclusión de la mujer en la tecnología y en los cargos de liderazgo en general ha cambiado. “Hace cinco años era imposible ver a tantas mujeres dirigiendo o en puestos de seguridad”, dice.

Hay un compromiso en el sector de cómo puede haber un tema de equidad bien llevado. Más allá de un discurso feminista, es cómo la mujer puede igualar muchos trabajos y cómo ese componente trae un tema de diversidad que se vuelve muy importante en todas las compañías.

Puntualmente, en la empresa donde actualmente trabaja Luisa tienen un programa llamado Symantec Women’s Action Network (Swan), con el objetivo de que un gran grupo mixto crezca y busque las posiciones de liderazgo en la compañía. “Hoy estamos cerca del 25 % de mujeres en estos cargos. La compañía tiene clara la importancia de la equidad y cómo, desde las funciones y características de un ámbito femenino, se pueden aportar muchas cosas, en vez de tener un entorno netamente masculino”, asegura Esguerra.

Entre las cualidades del género femenino en las compañías, la apasionada por las tecnologías asegura que son la capacidad de hacer varias tareas a la misma vez y la pasión con lo que se hace lo que se proponen. “La mayoría de las mujeres promovemos y somos fiel ejemplo del multitasking, tenemos una capacidad única, que creo que viene en el ADN, de poder tener cinco cosas en la cabeza al mismo tiempo. Estar pendiente de la casa porque sabe que ya llegó el hijo, estar pendiente de la salud de la mamá, del trabajo, de lo que debe pasar y de lo que pasó. Y todo de la mejor manera”, dice la experta. 

“Por último, las mujeres cuando nos metemos en algo somos sumamente apasionadas, eso trae un nivel de energía y un nivel de envolvimiento grande que cambia los tiempos de trabajo y hasta hacen que los hombres tomen un ritmo más rápido”, añade. 

El mejor balance es la equidad, ese 50 % que a veces parece difícil de lograr. Es momento de seguir reescribiendo la historia de la tecnología entre todos y sentar las bases para el futuro del sector. Un sector incluyente, equitativo diverso y solidario.

Cuando hablamos de las temáticas de mujer, pocas veces las asociamos con industria y tecnología, un sector que tiene una partición del 1,19 en el PIB nacional. De hecho, de acuerdo con el DANE, la industria de las TIC reporta cifras de alrededor de $8,98 billones, con 4.016 empresas, de las cuales 1.300 son de software y servicios relacionados. Sólo durante 2016 la facturación del sector fue de $5,9 billones, generando más de 70.300 empleos. 

Según datos del observatorio de las TI del Mintic, la participación de hombres en la industria en 2015 era del 61 %, y la de las mujeres sólo del 39 %. Lo mismo pasa con la elección de carreras, pues en la experiencia con las becas de talento que otorga el Ministerio, de las 2.230 personas beneficiadas en 2016, el 76 % eran hombres y el 24 %, mujeres. 

Para David Luna, ministro de las TIC, esta baja participación de la mujer se da por los estereotipos socioculturales de género que encasillan a las mujeres en papeles y profesiones. El promedio que estudian carreras relacionadas con áreas de las tecnologías de la información (TI) en el mundo está entre 20 y 25 %.

En Colombia, aunque se gradúan más mujeres que hombres, existen menos estudiando carreras de TI y, por supuesto, esto incide en su participación en el mercado laboral. Sin embargo, cada vez hay más oportunidades no sólo para transformar estas cifras, sino para cambiar sociedades y nuestra propia cultura.

Porque la historia de la tecnología e innovación pocas veces se escribe en femenino. Zhou Qunfei, Denise Coates, Lam Wai Ying, Margareth Hamilton, Hedy Lamarr, entre otras, han dejado un hito histórico en el sector de las tecnologías. Pero, ¿por qué no tener más nombres de este tipo en el listado? ¿Por qué no ser las nuevas protagonistas?

Luisa Esguerra es una de las mujeres colombianas más conocedoras y apasionadas por la tecnología, cuenta con más de 10 años de experiencia en este sector, desempeñando posiciones de liderazgo en compañías de gran renombre en la industria TI como Nextant, Oracle y Softline. Se ha destacado en su trayectoria profesional por liderar y dirigir áreas de desarrollo y transformación de negocios de clientes a través del uso de tecnologías world class en servicio al cliente, ventas, supplies, comunicaciones, mercadeo y operaciones.

Hace dos años y medio es la Country Mánager Latin America de Symantec, una compañía de ciberseguridad, líder del mundo en seguridad informática.

“Encontré esa mezcla que hace que la tecnología aplicada tenga sentido para algo más allá de uno sentarse detrás de un escritorio a escribir un código. Si no cómo de verdad puede hacer algo transformacional en la sociedad en Colombia. Ahora teniendo otros países a cargo, indudablemente seguir buscando impactos en la región. La tecnología me apasiona hoy más que nunca, usada de la manera efectiva, puede transformarlo todo, desde un apartamento hasta la compañía más compleja”, añade. 

Luisa, no sólo por su propia experiencia, sino por lo que ve cada día en las compañías con las que tiene comunicación directa, asegura que la inclusión de la mujer en la tecnología y en los cargos de liderazgo en general ha cambiado. “Hace cinco años era imposible ver a tantas mujeres dirigiendo o en puestos de seguridad”, dice.

Hay un compromiso en el sector de cómo puede haber un tema de equidad bien llevado. Más allá de un discurso feminista, es cómo la mujer puede igualar muchos trabajos y cómo ese componente trae un tema de diversidad que se vuelve muy importante en todas las compañías.

Puntualmente, en la empresa donde actualmente trabaja Luisa tienen un programa llamado Symantec Women’s Action Network (Swan), con el objetivo de que un gran grupo mixto crezca y busque las posiciones de liderazgo en la compañía. “Hoy estamos cerca del 25 % de mujeres en estos cargos. La compañía tiene clara la importancia de la equidad y cómo, desde las funciones y características de un ámbito femenino, se pueden aportar muchas cosas, en vez de tener un entorno netamente masculino”, asegura Esguerra.

Entre las cualidades del género femenino en las compañías, la apasionada por las tecnologías asegura que son la capacidad de hacer varias tareas a la misma vez y la pasión con lo que se hace lo que se proponen. “La mayoría de las mujeres promovemos y somos fiel ejemplo del multitasking, tenemos una capacidad única, que creo que viene en el ADN, de poder tener cinco cosas en la cabeza al mismo tiempo. Estar pendiente de la casa porque sabe que ya llegó el hijo, estar pendiente de la salud de la mamá, del trabajo, de lo que debe pasar y de lo que pasó. Y todo de la mejor manera”, dice la experta. 

“Por último, las mujeres cuando nos metemos en algo somos sumamente apasionadas, eso trae un nivel de energía y un nivel de envolvimiento grande que cambia los tiempos de trabajo y hasta hacen que los hombres tomen un ritmo más rápido”, añade. 

El mejor balance es la equidad, ese 50 % que a veces parece difícil de lograr. Es momento de seguir reescribiendo la historia de la tecnología entre todos y sentar las bases para el futuro del sector. Un sector incluyente, equitativo diverso y solidario.