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Aunque parezca un cuento de ciencia ficción, la llegada de la impresión de órganos artificiales en tres dimensiones (3D) promete tener alcances inimaginables ligados a la idea de sustituir e incluso aumentar las capacidades del cuerpo humano.
Según reseña la revista Nature, este negocio, concentrado actualmente en la construcción de huesos de polímero utilizados en la reconstrucción de cráneos y huesos dañados, y en la la fabricación de prótesis de cadera de titanio, generaron en Estados Unidos ganancias por US $ 537 millones el año pasado, alrededor de un 30% más que el año anterior.
Pero ahora el reto es lograr que otro tipo de huesos, riñones y orejas que han sido diseñadas con impresoras 3D puedan ser instalados con éxito en un cuerpo humano. "La idea es que estos órganos artificiales, donde se utilizan células vivas como 'tinta', puedan ser ensamblados capa por capa en tejidos rudimentarios", dice a Nature Jennifer Lewis, bioingeniero de la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts.
"Un oído externo desarrollado por investigadores de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey y la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, Maryland, es sólo un ejemplo de la creciente versatilidad de la impresión 3D. El oído se imprimen a partir de una gama de materiales: un hidrogel para formar un andamio en forma de oreja, células que crecen para formar el cartílago, y las nanopartículas de plata", informa Nature.
Esta semana se reunirán en Nueva York los voceros de los centros de investigación que más han avanzado en esta nueva industria.