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No quería perderse los cumpleaños de su hija, y su ausencia física no tenía que ser impedimento para esto. Michael Sellers murió en 2012 por culpa de un cáncer de páncreas. Tenía 56 años y su hija 16. Antes de fallecer, el padre enamorado de su pequeña dejó listo el envío de flores cada 26 de noviembre, día en que Bailey Sellers celebra su nacimiento. Así lo hizo hasta este 2017.
“Bailey, esta es la última carta de amor que te dedico hasta que volvamos a vernos. No quiero que derrames ni una lágrima más por mí, porque estoy en un lugar mejor. Tú eres y siempre serás la joya más preciada que he recibido. Es tu 21 cumpleaños y quiero que respetes siempre a tu madre y seas fiel a ti misma. Sé feliz y vive la vida al máximo…Seguiré estando contigo en los momentos importantes. Solo mira alrededor y allí estaré, te quiero. Feliz cumpleaños. Papá”, decía el mensaje escrito por el hombre.
La carta llegó junto a unas rosas blancas y lilas, lirios, orquídeas y chirosas que agruparon en un solo ramo adornado con una cinta morada. Ese color es el que representa la lucha contra el cáncer de páncreas. En el obsequio también estaba una fotografía de Bailey en la playa, cuando era una niña, junto a su papá. "Quería asegurarse de que ella se sintiera amada y de que supiera que él estaría allí en cada etapa", contó la madre de la joven al diario The Washington Post.
El primer regalo lo recibió Bailey en 2013. Una nota le anunció que llegarían más. "Feliz cumpleaños (...) recibirás esto hasta que tengas 21. Con amor, papá", se leía en la carta. Cuando le diagnosticaron el cáncer a su papá, la joven dejó la escuela e inició sus estudios en casa para poder cuidar de él.
My dad passed away when I was 16 from cancer and before he died he pre payed flowers so i could receive them every year on my birthday. Well this is my 21st birthday flowers and the last. Miss you so much daddy. 💜 pic.twitter.com/vSafKyB2uO
— Bailey Sellers (@SellersBailey) November 24, 2017