Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.

'Pensé que Miguel Nule era el ángel de la guarda'

La Sala Penal expresó que sólo contará con beneficios por colaboración con la justicia, los cuales le permitirían una eventual rebaja de la pena. Apartes de la indagatoria que dio ante el alto tribunal.

Laura Ardila Arrieta

20 de junio de 2011 - 10:00 p. m.
PUBLICIDAD

La figura del principio de oportunidad no puede aplicarse en el modelo de investigación y juzgamiento de la Ley 600 de 2000, razón por la cual no se le puede otorgar esta garantía al excongresista Germán Olano Becerra. Con esta precisión jurídica, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia le negó su solicitud, al tiempo que argumentó que, por ahora, sólo cuenta con los beneficios por colaboración con la justicia, que le permitirían eventuales rebajas a su sentencia.

En respuesta al requerimiento del exrepresentante Olano en desarrollo del llamado escándalo del carrusel de la contratación en Bogotá, la Sala Penal observó que el principio de oportunidad está contemplado en la Ley 906 de 2004 que dio lugar al Sistema Penal Acusatorio, pero que en el caso de los congresistas no es posible acudir a razones de favorabilidad en este beneficio, porque, en el sistema con el que corresponde investigar a Olano, el Estado no puede abstenerse de adelantar la actuación procesal.

Por estas razones, eminentemente jurídicas, la Sala Penal no accedió a tramitar las recientes declaraciones de Germán Olano como parte de un principio de oportunidad. En  cambio sí reconoció que si bien Olano fue separado de su cargo de congresista, los hechos por los cuales es investigado “guardan íntima relación con las funciones congresionales”, las cuales le permitieron construir estrechas relaciones con distintos personajes de la vida pública, entre ellos contratistas.

En términos generales, el excongresista Germán Olano formuló la petición de acogerse al principio de oportunidad, porque este trato jurídico ha sido solicitado por los integrantes del grupo Nule. En consecuencia, en una extensa declaración entregada a la Corte Suprema el pasado mes de mayo, Olano se despachó contra varios contratistas del Distrito, y aunque siempre argumentó que su conocimiento fue de oídas, dejó entrever relaciones non sanctas entre concejales y exfuncionarios públicos para hacer uso burocrático de la red hospitalaria de la ciudad.

Al tiempo que se conoció  la negativa de la Corte Suprema a la solicitud de Olano, El Espectador tuvo acceso a la indagatoria que rindió el excongresista ante el alto tribunal en tres largas sesiones durante el mes de mayo, en las cuales aportó detalles de cómo fueron sus relaciones con los Nule, de qué manera él los relacionó con el contratista Julio Gómez y en qué contexto se produjo la grabación en la cual el excongresista comprometió el nombre del excontralor distrital, Miguel Ángel Moralesrussi.

Olano precisó en la Corte que, aunque conoció a Guido y Manuel Nule, realmente con quien tuvo relaciones de amistad fue con Miguel Nule y que desde el principio tuvieron diálogos basados en el apoyo mutuo. Él en el campo de su aspiración política al Senado y Nule en su deseo de fortalecer su empresa. En este sentido, Olano aseguró ante la Corte que mientras Miguel Nule le ofrecía ayuda económica, él se convertía en un consejero para resolver inquietudes de orden nacional y también distrital.

En el ámbito de este tipo de relación, Olano relató las particularidades de una reunión que se realizó en el restaurante Club Colombia, en 2007, en la cual Miguel Nule mandó a cerrar el sitio y en medio de la charla le preguntó que si él conocía funcionarios del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU). Olano dijo que no, pero que, en cambio,  sí conocía a un contratista que desarrollaba obras en Bogotá,  y  le sugirió que, dada su experiencia, se relacionara con Julio Gómez.

Por eso el exrepresentante relacionó a Julio Gómez con Miguel Nule en su apartamento, y les abrió  las puertas a su relación empresarial. Según Olano, la relación siguió hasta que Miguel le comentó que si ganaban la obra de la calle 26 se iban a concretar las ayudas que le había ofrecido para su campaña al Senado. La relación se mantuvo en este mismo tono, pero Olano empezó a tener dificultades financieras e hipotecarias, razón por la cual Miguel Nule lo alentó a mejorar su situación económica. Es decir, lo hacía sentir “parte de sus éxitos”.

Los Nule y  Gómez terminaron haciendo un consorcio, mientras  Olano siguió en campaña. Fue en  2009 cuando supuestamente su amigo Miguel le comentó que empezaba a tener molestias con un asesor llamado Álvaro Dávila. Ahí se enteró de que Miguel Nule había hecho un acuerdo con Dávila en el cual Iván y Samuel Moreno se quedarían con 6% de los montos de los contratos de la malla vial.  Dávila había dicho también que tanto al contralor como al personero correspondería 1% de los contratos.

Olano agregó que, como era amigo del contralor, decidió averiguar si ese tema era cierto.  Moralesrussi lo negó y le dijo que lo autorizaba para que desmintiera ese comentario, por lo que después se los dijo a los Nule en su apartamento. El tiempo pasó, y fue entonces cuando, hacia marzo o abril de 2010, en otra reunión, Miguel Nule confesó que estaba muy molesto con él (Olano) porque le habían dicho que estaba apoyando a los Moreno y al contralor para que les quitaran los contratos de la calle 26.

Olano se siguió reuniendo con Miguel Nule para que le ayudara a pensar cómo acceder a la reestructuración administrativa de sus empresas; en otras ocasiones, Nule le comentó que el ministro Andrés Uriel Gallego los perseguía y por eso habían perdido el contrato de la Ruta del Sol, tras lo cual el excongresista les aconsejó que no desaprovecharan una reunión que les había conseguido su amigo Carlos Náder con el presidente de la República para que hablaran de los 12 mil empleados de su empresa y cómo querían cumplirle al Estado con sus obligaciones.

Después vino la debacle de los Nule. Les negaron la solicitud de reestructuración y les quitaron la obra de la calle 26. Entonces Olano empezó a escuchar a Miguel Nule decir que a él no lo acababan solo y que si se iba a la cárcel se los llevaba a todos por delante. En ese contexto llegó la reunión donde Olano fue grabado. No obstante, el exrepresentante le pidió a la Corte que se eliminaran todas las preguntas sobre este tema por corresponder a una grabación ilícita que, según indicó, fue entregada a los medios por el exsubcontratista Alejandro Botero.

Olano cree que esta fue una estrategia jurídica para involucrar a otras personas. Sin embargo, está seguro de que Miguel Nule veía en él a un político de futuro, con muy buen concepto de oratoria. A su vez, Olano admitió que se sentía afortunado de estar cerca de Miguel Nule y que realmente llegó a pensar que se le había aparecido el ángel de la guarda. Por eso su contraprestación siempre fue aconsejarlo, asesorarlo y brindarle conocimiento sobre la ciudad y sus estructuras políticas y administrativas.

En cuanto a dinero, Olano admitió que le recibió entre $500 y $550 millones para sus temas políticos y que recurrió a él por circunstancias personales. Una vez recibió un cheque por $125 millones y en otra ocasión US$15 mil porque tenía una dificultad familiar. En la parte final de su extensa declaración, Olano comentó sobre la red hospitalaria en Bogotá y sus contactos con los políticos, que después se convirtieron en la base de la solicitud de principio de oportunidad que le fue negada por la Corte.

Read more!
Read more!

Por Laura Ardila Arrieta

Temas recomendados:

Ver todas las noticias
Read more!
Read more!
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.