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Una tierna escena con pingüinos como protagonistas se dio durante una de las expediciones de la División Antártida, en las que se estudian las consecuencias del cambio climático y el comportamiento de algunas especies. (Lea también: Descubren la colonia más grande de pingüinos de la Antártida)
Los científicos australianos dejaron una cámara grabando desde el suelo y unos pingüinos emperadores terminaron haciendo un "video selfie" que conquistó a los cibernautas.
En el video se aprecian tres pingüinos y se ven las patas de uno acercándose hacia el lente. El curioso voltea la cámara con su cuerpo y de inmediato se aprecian las cabezas de dos emperadores. Con sus picos exploran el extraño objeto, hasta que levantan sus picos y los sacuden. (Puede leer: El pingüino rey, enfrentado al exilio o la muerte por el cambio climático)
“Penguin selfie ofrece una vista panorámica de la vida en Antártida. Los emperadores curiosos fueron capturados en una película en el Auster Rookery cerca de la estación de investigación Mawson de Australia por el expedicionario Eddie Gault”, escribió la División Antártica en su cuenta de Twitter. El video cuenta con más de 300 mil reproducciones.
#Penguin #selfie offers bird’s eye view of life in Antarctica! Curious Emperors have been captured on film at the Auster Rookery near Australia’s Mawson research station by expeditioner 📷 Eddie Gault pic.twitter.com/MYle5Fshc7
— antarctica.gov.au (@AusAntarctic) March 8, 2018
Un caso similar sucedió en 2011, pero en vez de pingüinos, el protagonista fue un macaco negro que vive en la Reserva Natural de Tangkoko, en Indonesia. (Puede leer: Bajo amenaza de desaparición en Indonesia especie del "macaco de la selfi")
Naturo, como se llama el animal, le robó la cámara al fotógrafo británico David Slater, quien realizaba un reportaje en la jungla. Al retomar el aparato, Slater se dio cuenta que el macaco se había tomado dos selfies.
El caso, además de ser un hit en internet, generó polémica cuando asociación defensora de animales demandó ante un tribunal en San Francisco, pidiendo que Naruto se quedara con el derecho de autor de la foto.
Aunque no lograron que el macaco lo obtuviera, se decidió que una parte de las regalías del fotógrafo serían para Naruto.