Por consumir bebidas energizantes, hombre pierde parte de su cráneo
Se trata de Austin White, un californiano, que por exceso de trabajo recurría a las bebidas energéticas para responder con su horario laboral.
Redacción actualidad
La historia de White no trata sobre los posts que procuran generar miedo concerniente a un producto o difundir alguna mentira en redes. Consumir bebidas energizantes en exceso podría causar excitación psicomotriz, palpitaciones, taquicardia, insomnio, aumento en la presión arterial, problemas cardíacos y hasta hemorragia cerebral como el caso del estadounidense.
El trabajo de White implicaba jornadas de día y noche, por lo que la única opción viable que tomó para mantenerse despierto fueron las bebidas con cafeína.
Hasta que un día su esposa, Brianna Jo, recibe un mensaje de su suegra avisándole que su pareja había tenido un accidente. Jo estaba en embarazo de su segundo hijo.
El diagnóstico, luego de una cirugía de seis horas y de varios estudios médicos fue un derrame cerebral por exceso de consumo de las bebidas energizantes. Austin llevaba dos semana sin despertarse hasta el día en que nació su hijo. El pequeño conoció a su papá luego de dos meses con las intervenciones quirúrgicas que le acortaron su cráneo.
Su esposa narró el episodio en su Facebook desde que se enteró del ingreso al hospital de Austin, hasta lo que viven luego de su paso por el hospital.
“Él ya no es el hombre del que me enamoré, pero le quiero más cada día. Luchamos para ayudarle a recuperarse. Para mejorar su vida. Un día lo conseguiremos. Hasta entonces, no me rendiré. Porque el amor es abnegado y lo quiero más que a la vida misma”, concluyó Brianna Jo con su relato.
Abusar de las bebidas energéticas casi lleva a la muerte a este hombre. El peligro de excederse con este líquido pone en riesgo la salud de las personas y en la actualidad los jóvenes son quienes más las consumen, con el agravante de combinarlas con bebidas alcohólicas.
Para darle freno, en 2016, el Congreso impuso una ley que gravaba los refrescos azucarados con un impuesto de $300 por cada litro del brebaje.
La historia de White no trata sobre los posts que procuran generar miedo concerniente a un producto o difundir alguna mentira en redes. Consumir bebidas energizantes en exceso podría causar excitación psicomotriz, palpitaciones, taquicardia, insomnio, aumento en la presión arterial, problemas cardíacos y hasta hemorragia cerebral como el caso del estadounidense.
El trabajo de White implicaba jornadas de día y noche, por lo que la única opción viable que tomó para mantenerse despierto fueron las bebidas con cafeína.
Hasta que un día su esposa, Brianna Jo, recibe un mensaje de su suegra avisándole que su pareja había tenido un accidente. Jo estaba en embarazo de su segundo hijo.
El diagnóstico, luego de una cirugía de seis horas y de varios estudios médicos fue un derrame cerebral por exceso de consumo de las bebidas energizantes. Austin llevaba dos semana sin despertarse hasta el día en que nació su hijo. El pequeño conoció a su papá luego de dos meses con las intervenciones quirúrgicas que le acortaron su cráneo.
Su esposa narró el episodio en su Facebook desde que se enteró del ingreso al hospital de Austin, hasta lo que viven luego de su paso por el hospital.
“Él ya no es el hombre del que me enamoré, pero le quiero más cada día. Luchamos para ayudarle a recuperarse. Para mejorar su vida. Un día lo conseguiremos. Hasta entonces, no me rendiré. Porque el amor es abnegado y lo quiero más que a la vida misma”, concluyó Brianna Jo con su relato.
Abusar de las bebidas energéticas casi lleva a la muerte a este hombre. El peligro de excederse con este líquido pone en riesgo la salud de las personas y en la actualidad los jóvenes son quienes más las consumen, con el agravante de combinarlas con bebidas alcohólicas.
Para darle freno, en 2016, el Congreso impuso una ley que gravaba los refrescos azucarados con un impuesto de $300 por cada litro del brebaje.