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Aunque San Valentín es una tradición de Occidente, en China los jóvenes celebran esta fecha, tanto que evitan regalarse relojes, paraguas o zapatos. Todo esto por las supersticiones que, según la televisión pública CCTV, tienen los ciudadanos chinos.
Quienes acostumbran regalarse cosas todos los 14 de febrero en China prefieren evitar comprarse relojes, tanto de pared como de pulsera. Para los asiáticos, estos aparatos hacen alusión a que el tiempo pasa y se puede acercar el final de la relación. Para ellos, son un mal augurio. (Lea también:No en todos los países celebran San Valentín de la misma manera)
Lo mismo pasa con los zapatos. Cuando alguien los regala, son vistos como una forma de escapar o correr de alguien. Sin embargo, quienes tienen pareja no solo prestan atención a las supersticiones detrás de los objetos, sino también a la sonoridad de las palabras puede traer un mal augurio.
Por ejemplo, jamás deben regalar un paraguas porque la pronunciación en mandarín de esa palabra suena muy similar a lo que significa colapso. No es el único regalo que evitan por el sonido, también las frutas entran en sus prevenciones. Por ejemplo, la pera en su idioma suena a un verbo que traduce ‘dejar atrás a alguien’, algo no tan amable.
Después de descartar los anteriores regalos, los chinos recurren, según CCTV, a tarjetas dedicadas, a flores como tulipanes, rosas y orquídeas. El Día de los Enamorados se celebra en China dos días antes del Año Nuevo Lunar.