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La herramienta es un recurso en línea gratuito donde el usuario podrá navegar para conocer el origen y la relación que tienen más de 2,3 millones de animales, plantas, hongos y microbios conocidos. Un recorrido que demuestra el camino de los seres vivos desde que se separaron evolutivamente entre sí hasta el comienzo de la vida en la Tierra hace más de 3.500 millones de años.
Para lograr este resultado, los científicos partieron de una base digital que ya existía: 500 árboles habían sido publicados en línea por estudios más pequeños. Por ello, el principal reto fue obtener mayor información. Según lo explica una encuesta realizada a más de 7.500 estudios filogenéticos publicados entre el 2000 y el 2012 en más de 100 revistas, solo uno de cada seis había depositado la información de forma digital.
“Este es el primer intento real de conectar los puntos y juntarlo todo”, afirmó Karen Cranston, de la Universidad Duke. “Piensen en ello como la versión 1.0”, añadió frente al hecho de que, hasta el momento, los estudios que buscaban descifrar las ramas de la vida solo habían alcanzado a analizar hasta 100.000 especies.
Sin embargo, encontrar la información de plantas no fue el único reto para generar está herramienta. Los datos sobre microorganismos también son muy escasos. De hecho, el archivo más popular de secuencias genéticas a partir de la que se construyen muchos árboles evolutivos, solo contiene datos del ADN del 5 % de la decenas de millones de especies que se estima que existen.
Además, explican los científicos, no todas las especies se escriben o llaman de igual manera alrededor del mundo, por lo que en el momento de cruzar la información se enfrentaron a varios dificultades. Por ejemplo, el murciélago del este a menudo aparece bajo dos nombres científicos: Lasiurus borealis y Boreal nycteris.
“Aunque se trata de una empresa de gran envergadura por derecho propio, este proyecto de árbol de la vida representa sólo un primer paso”, escribieron en el informe los investigadores.
Por eso, para ayudar a llenar los vacíos, el equipo también está desarrollando un software que permitirá a los investigadores iniciar sesión y actualizar y revisar el árbol a medida que nuevos datos se recogen sobre los millones de especies que quedan por denominar o descubrir, lo que quiere decir que este borrador del árbol de la vida será un proyecto en construcción permanente.
Además de permitir identificar, por ejemplo, si los cerdos hormigueros están relacionados con los peces luna o los manatíes, las ramas de este árbol de la vida les permitirán a los científicos descubrir nuevos fármacos, aumentar los rendimientos agrícolas y ganaderos, y trazar los orígenes y la propagación de enfermedades infecciosas como el VIH, el ébola y la gripe.