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El análisis de un prólogo que escribió Vicky Dávila es el motivo de la discusión de esta noche en Twitter.
Resulta que la periodista de W Radio fue invitada por su colega Maria Isabel Rueda a escribir el preámbulo de su más reciente texto titulado "Qué se pregunta María Isabel", libro en el que Rueda compila varias de sus entrevistas a políticos, economistas, deportistas, religiosos y otros personajes de la vida pública nacional.
“¡Siempre atareada, infinitamente creativa, con una audacia periodística inigualable, completa y valiente, con carácter suspicaz y tan inteligente! De convicciones firmes al costo que fuere, así conocí hace veintitrés años a María Isabel Rueda, cuando dirigía el noticiero QAP (con María Elvira Samper). Yo era una aspirante a reportera que se embelesaba viéndola ejercer con tanta pasión, pero con tanta decencia, el oficio”, escribe Dávila.
En una columna de opinión publicada en la revista Arcadia, Nicolás Morales se refirió al prólogo redactado por la periodista radial. En ese texto titulado 'Las lecciones de Vicky Dávila', el autor critica a la comunicadora. "Un libro con un mal prólogo es un paisaje árido que se deshace a pedazos y ahuyenta al lector", dice.
"Si lo suyo es la radio, hable del libro de su maestro al aire; pero no intente posar de intelectual multimedia con un pésimo prólogo escrito", agrega.
El periodista de Arcadia expone en siete puntos las razones por las que, a su criterio, el prólogo que escribió Vicky Dávila es "pésimo".
Hasta ahí todo se resume en una mordaz crítica literaria. Sin embargo, de un momento a otro los ánimos se calentaron cuando la politóloga Sandra Borda compartió en su Twitter el texto que escribió Morales.
En una columna suya titulada 'Día gris para los medios', publicada en Arcadia en febrero de 2016, Borda criticó a la comunicadora por haber publicado el video en el que se escucha una conversación erótica entre el exviceministro del Interior, Carlos Ferro, y el capitán de la policía Ányelo Palacio.
"Dávila se arrogó el derecho a exponer la vida personal de un funcionario sin lograr ningún objetivo de carácter periodístico. Le apostó al morbo y al amarillismo sin ruborizarse", dijo en aquella oportunidad.