Los pediatras, miembros de la Academia Americana de Pediatría, sugirieron además que a partir de los dos años se realicen pruebas de colesterol a los menores, especialmente si miembros de su familia han padecido enfermedad cardiaca o niveles elevados de colesterol. Y aquellos en los que los resultados sean normales, el examen debe repetirse cada tres a cinco años.
El Doctor Steven P. Shelov, director de pediatría del Centro Médico Maimonides y jefe del Hospital de Bebés y Niños Maimonides en la ciudad de Nueva York, dijo a la agencia de noticias HealthDay que “evaluar a los niños de manera más agresiva es una buena idea, y el uso de estatinas, medicamentos reductores del colesterol, a dosis relativamente bajas, ayudará a mantener los niveles de colesterol en un rango seguro”.
Las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría fueron publicadas en la edición de julio de la revista Pediatrics y sus críticos ya comienzan a levantar su voz en contra de las nuevas directrices. Argumentan que es muy poco lo que se sabe sobre los riesgos de administrar medicamentos reductores del colesterol a la población pediátrica. No se conocen sus efectos secundarios y no se han hecho evaluaciones sobre el costo frente al beneficio de una medida como ésta.
Los expertos norteamericanos temen que la creciente obesidad entre niños y adolescentes derive en una epidemia de diabetes en las próximas décadas.