
Los frutos rojos son uno de los alimentos con mayor concentración de antioxidantes y fitonutrientes, los cuales contribuyen a combatir los procesos inflamatorios en el organismo. / Foto: Pixabay.
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“Como luego existo” es el mensaje que los nutricionistas intentan llevar a la población para hacerles frente a epidemias como la obesidad y la diabetes, estrechamente relacionadas con la calidad y cantidad de los alimentos que consumimos, y que solo en Colombia afectan a más del 8% de la población.
Un llamado que poco a poco comienza a generar conciencia sobre el poder de la naturaleza para mantenerse saludable, gozar de defensas más fuertes y prevenir dolencias comunes, como los procesos inflamatorios. Un síntoma de alerta del sistema inmune, una especie de mecanismo de autoprotección porque algo no anda bien, que puede ser agudo o crónico.
En ambos casos, explica la nutricionista Clara Valderrama, miembro del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife, los alimentos ricos en antioxidantes se convierten en un aliado y complemento de los medicamentos tradicionales. “Estamos hablando especialmente del té verde y algunas frutas y verduras que a través de distintos estudios han demostrado ser efectivas para disminuir la respuesta inflamatoria del cuerpo, por ejemplo, a causa de una enfermedad como la artritis reumatoidea”.
Los frutos rojos, entre los que se encuentran los arándanos, las uvas, las moras y las cerezas tienen un efecto muy poderoso, advierte Valderrama, al igual que el brócoli. Los alimentos ricos en omega son otros de los imprescindibles de la dieta. “Este ácido ayuda a disminuir la prostaglandina 3, una sustancia que de manera natural reduce la inflamación”.
La recomendación, de acuerdo con las investigaciones publicadas, es consumir entre uno y dos gramos al día. ¿Cómo? A través de alimentos como pescados de aguas frías (salmón o atún), nueces y linaza. Este requerimiento también se puede suplir incluyendo dos veces por semana una porción de cualquiera de estos tipos de pescado y comiendo todos los días una manotada de frutos secos. En algunos casos se recomienda recurrir a la suplementación, pero siempre con asesoría médica.
Finalmente, no olvide aderezar la comida con especias como el jengibre, el curry o la cúrcuma, con propiedades desinflamatorias, y evitar el exceso de grasas saturadas, ricas en omega 6, una sustancia que ejerce el efecto contrario al omega 3. Así es que los postres, los helados, el azúcar y las bebidas alcohólicas tienen que limitarse al máximo.
Por Redacción Especiales
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