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Pese a que el ministro de Minas y Energía, Hernán Martínez, insiste en que en el país no se presentará racionamiento de energía, el nivel de los embalses sigue disminuyendo, lo que empieza a generar preocupaciones.
Hoy el nivel de los embalses es del 67,88 %, es decir, 10 puntos por encima del nivel crítico. De llegar a esta condición, por causa del intenso verano, se prenderían las alarmas para pensar en una medida similar a la que aplicó el presidente César Gaviria durante su administración en 1992.
Si bien las condiciones son distintas a aquella época, en su oportunidad el presidente Gaviria insistió que no sería necesario recurrir al racionamiento, pero después de negar el problema llegó el apagón, el cual se prolongó durante 13 meses y le costó al país cerca de un billón de pesos. Además, llevó a adelantar el reloj una hora para aprovechar la luz del día y ahorrar energía.
Hoy, los repetidos cortes en el suministro de gas natural a Bogotá, para permitir que las térmicas generen energía y ahorrar el agua de los embalses, hacen pensar que podría presentarse un nuevo apagón, pero el Ministro de Minas insiste en que lo que está ocurriendo es algo pasajero.
El Espectador consultó al ex ministro de Minas y Energía Luis Ernesto Mejía, quien señaló que no hay posibilidad de que se repita la historia del 92.
“Lo primero es que no hay condiciones críticas para pensar en un racionamiento a corto plazo. Los niveles de los embalses están bajos, pero es una situación normal para la época”, explicó.
“Si hablamos de gas, realmente no hay escasez, hay algunas dificultades en la red de transporte y algunas condiciones regulatorias que están atrapando gas en algunos sitios, pero no hay por qué pensar en un racionamiento”, recalcó.
“¿Qué pasa si el Fenómeno del Niño se profundiza y no llegan las lluvias que se esperan en fin de año y entramos en un primer semestre seco? Habría algunas restricciones, pero no podemos hablar de racionamiento. Las condiciones de ahora son totalmente diferentes a las que existían en el año 92”, enfatizó.
El ex funcionario agregó que en ese momento se dependía casi exclusivamente del agua para generar energía, y que hoy hay un parque térmico de gas, carbón y combustibles líquidos que se puede utilizar en cualquier momento.
Los analistas consideran que las regulaciones tras aquel apagón han permitido una mejor preparación ante eventualidades, que contamos con reservas suficientes de gas, que los niveles de las represas son los normales para esta época y que las unidades térmicas están mecánicamente disponibles, cosa que no pasaba en 1992.
De acuerdo con Pablo Hernán Corredor Avella, de XM, empresa operadora y administradora del Mercado Eléctrico Colombiano, el nivel de los embalses presentan un porcentaje bajo, pero no hay riesgo de racionamiento de energía hoy en el país.
“Sin embargo, esperamos que en octubre y noviembre, meses tradicionalmente lluviosos, se presenten precipitaciones importantes que nos permitan determinar el nivel de los embalses en diciembre para afrontar el verano del primer trimestre del próximo año”, explicó.
Frente a esta situación, la presidenta de Acolgen, María Zulema Vélez, señaló que hasta el momento no hay problemas de energía, pero que de mantenerse el fuerte verano podría empeorar la situación.
“Hoy en el país sólo el embalse de El Peñol puede tener una capacidad de regulación de seis meses, mientras que los otros podrían desocuparse en 15 días”, explicó la dirigente gremial.
Colombia está como la fábula de La pobre viejecita, con reservas de gas probadas para atender su demanda durante los próximos 25 años, pero con escasez de 30 millones de pies cúbicos para suplir el consumo del interior del país, debido a las dificultades para transportar el combustible.
Y es que mientras en La Guajira hay gas de sobra, lo que le permite al país venderle 300 millones de pies cúbicos diarios a Venezuela, el Gobierno considera que de ser necesario se verá obligado a realizar un racionamiento de gas programado, para permitir que las térmicas generen energía con gas y hacer un ahorro de agua en los embalses para utilizarla en la época más crítica.
Pese a que el Ministro de Minas y Energía insiste en que en el país no se presentará racionamiento, para algunos el fantasma empezó a rondar el sector.
Reparos del Contralor
A raíz de los problemas de racionamiento de gas que se han registrado en ciudades como Bucaramanga, Ibagué y el centro del país, el contralor general, Julio César Turbay Quintero, hizo un llamado de atención al Gobierno al considerar que las cifras oficiales de oferta y demanda de gas natural continúan mostrando una situación de déficit en el corto plazo y le pidió que “ponga las cartas sobre la mesa” y entregue un diagnóstico real. Mientras Armando Zamora, director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), señala que el país tiene reservas probadas para atender la demanda interna durante 20 años, el Contralor señala que en el Congreso de Naturgás la ANH, dijo que sólo se podía atender la demanda hasta 2018.
El ‘apagón’ de César Gaviria
En 1992, bajo la presidencia de César Gaviria, se presentó el mayor racionamiento eléctrico en la historia del país, que incluso obligó a modificar el horario. El ‘apagón’ se extendió por 13 meses, debido a la sequía que trajo el Fenómeno del Niño. En ese momento las lluvias en la región de Tumaco, según el Himat (hoy Ideam), fueron superiores al promedio, pero en el resto del occidente colombiano, en especial en la zona andina, bajaron considerablemente. Preciso en esta zona está la mayoría de las fuentes de agua del país, según una investigación del Instituto de Estudios Ambientales de la Universidad Nacional. “El número de hectáreas donde se produce el agua son 4,5 millones”, asegura el estudio y además afirma que la situación es alarmante si se tiene en cuenta que en promedio en Colombia se deforestan unas 600 mil hectáreas al año, la mayoría en el área andina.