Regalías para ciencia, a punto de definirse

Pareciera que el tema agropecuario es el que más preocupa a las regiones: casi la cuarta parte de los proyectos que están por aprobarse para recibir recursos de regalías de ciencia, tecnología e innovación tienen que ver con este campo. También acuicultura, ambiente, agua, mar, salud, minería y energía. Son 198 los que están en la recta final para aprobación el próximo 6 de diciembre, día en que se reunirá por última vez en este año la máxima autoridad, el Órgano Consultivo de Administración y Decisión, OCAD, para adjudicar unos 850 mil millones de pesos.

Como si estuvieran frente a un semáforo, 46 de los proyectos están en verde, o sea que son viables, por un valor de $497 mil millones; en amarillo están 22 por $161 mil millones, en naranja 29 por un valor de $259 mil millones y en rojo, 55. El resto está en evaluación o han sido retirados por los proponentes.

El proceso no ha sido fácil. “Aunque ha habido problemas, estamos todos en un proceso de aprendizaje”, dijo Fernando Chaparro, exdirector de Colciencias y actual asesor de la entidad, durante el II Foro El Futuro de la ciencia, la tecnología y la innovación en Colombia, realizado en la Universidad Tecnológica de Pereira.

Uno de los problemas, dijo el director de Colciencias, Carlos Fonseca, a El Espectador, es el instrumento que deben utilizar los proponentes para enviar sus proyectos. Otro asunto por mejorar es el sistema de evaluación por parte de quienes los califican. “Saltamos de proyectos disciplinares de 200 millones de pesos a programas complejos, interdisciplinarios y regionales de 8 mil millones en promedio”. Eso requiere otro modelo de evaluación.

Por su parte, la comunidad científica aun no ve con buenos ojos el papel de los gobernadores en el proceso de selección de proyectos. Luis Enrique Arango, rector de la UTP y anfitrión del Foro, dijo que el mecanismo de asignación de recursos, “le abre a los agentes políticos la posibilidad de influir con criterios no técnicos”.

Para llegar a ser evaluados por el OCAD, los proyectos deben presentarse a las secretarías de planeación de los departamentos y son las gobernaciones las que los envían a Colciencias, entidad que actúa como secretaría técnica. Según se escuchó en el Foro, “hay gobernadores que no quieren firmar algunos proyectos, y los que firman no son de ciencia”.

El rector de la Universidad del Quindío, Alfonso Londoño, propuso una modificación en el trámite: que vengan de donde vengan, se gestionen directamente ante Colciencias, para que se evalúen en igualdad de condiciones. Dice que al darle a las gobernaciones la potestad de avalar los proyectos, éstos “atienden una perspectiva restringida y cortoplacista del desarrollo en materia de ciencia, tecnología e innovación”. Testigo presencial de las reuniones del OCAD, Londoño afirmó que muchos de los proyectos presentados no son liderados por las universidades.

“No hay que olvidar”, dijo Fonseca, que “las regalías se asignaron para resolver problemas de las regiones y para explorar posibilidades de generación de productividad y competitividad”.

Pareciera que el tema agropecuario es el que más preocupa a las regiones: casi la cuarta parte de los proyectos que están por aprobarse para recibir recursos de regalías de ciencia, tecnología e innovación tienen que ver con este campo. También acuicultura, ambiente, agua, mar, salud, minería y energía. Son 198 los que están en la recta final para aprobación el próximo 6 de diciembre, día en que se reunirá por última vez en este año la máxima autoridad, el Órgano Consultivo de Administración y Decisión, OCAD, para adjudicar unos 850 mil millones de pesos.

Como si estuvieran frente a un semáforo, 46 de los proyectos están en verde, o sea que son viables, por un valor de $497 mil millones; en amarillo están 22 por $161 mil millones, en naranja 29 por un valor de $259 mil millones y en rojo, 55. El resto está en evaluación o han sido retirados por los proponentes.

El proceso no ha sido fácil. “Aunque ha habido problemas, estamos todos en un proceso de aprendizaje”, dijo Fernando Chaparro, exdirector de Colciencias y actual asesor de la entidad, durante el II Foro El Futuro de la ciencia, la tecnología y la innovación en Colombia, realizado en la Universidad Tecnológica de Pereira.

Uno de los problemas, dijo el director de Colciencias, Carlos Fonseca, a El Espectador, es el instrumento que deben utilizar los proponentes para enviar sus proyectos. Otro asunto por mejorar es el sistema de evaluación por parte de quienes los califican. “Saltamos de proyectos disciplinares de 200 millones de pesos a programas complejos, interdisciplinarios y regionales de 8 mil millones en promedio”. Eso requiere otro modelo de evaluación.

Por su parte, la comunidad científica aun no ve con buenos ojos el papel de los gobernadores en el proceso de selección de proyectos. Luis Enrique Arango, rector de la UTP y anfitrión del Foro, dijo que el mecanismo de asignación de recursos, “le abre a los agentes políticos la posibilidad de influir con criterios no técnicos”.

Para llegar a ser evaluados por el OCAD, los proyectos deben presentarse a las secretarías de planeación de los departamentos y son las gobernaciones las que los envían a Colciencias, entidad que actúa como secretaría técnica. Según se escuchó en el Foro, “hay gobernadores que no quieren firmar algunos proyectos, y los que firman no son de ciencia”.

El rector de la Universidad del Quindío, Alfonso Londoño, propuso una modificación en el trámite: que vengan de donde vengan, se gestionen directamente ante Colciencias, para que se evalúen en igualdad de condiciones. Dice que al darle a las gobernaciones la potestad de avalar los proyectos, éstos “atienden una perspectiva restringida y cortoplacista del desarrollo en materia de ciencia, tecnología e innovación”. Testigo presencial de las reuniones del OCAD, Londoño afirmó que muchos de los proyectos presentados no son liderados por las universidades.

“No hay que olvidar”, dijo Fonseca, que “las regalías se asignaron para resolver problemas de las regiones y para explorar posibilidades de generación de productividad y competitividad”.