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Restrepo: de la ternura a la oposición

La Unidad Nacional cerró filas en torno al presidente Juan Manuel Santos. El “uribismo purasangre” se graduó como primer opositor del Gobierno. Dicen que el excomisionado de paz abona el terreno para pedir asilo político.

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Redacción Política
16 de febrero de 2012 - 03:09 a. m.
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“A los ciudadanos nos corresponde desactivar los discursos polarizados, no caer en el maniqueísmo, ni exaltar ánimos bélicos”. Así escribió Luis Carlos Restrepo en 2002, en una de sus obras más documentadas: Más allá del terror, un recuento histórico de la violencia en Colombia, cuando era reconocido por la sociedad como un intelectual del pacifismo y transitaba lejos de las aguas turbulentas de la política. Hoy, el excomisionado de Paz del gobierno Uribe es protagonista —desde la clandestinidad— de un pulso que va más allá de la discusión judicial y que marca un nuevo escenario político en el país: la oposición frontal de un sector reconocido como el “uribismo purasangre” al santismo gobernante.

Restrepo, en un comunicado divulgado por el Centro de Pensamiento Primero Colombia, arremete contra el presidente Juan Manuel Santos, propone una asamblea constituyente para reformar la justicia y plantea enrutar al Partido de la U o disolverlo. Y el país político se pregunta cuáles son las verdaderas intenciones de sus planteamientos, si los hace a título personal o siguiendo los lineamientos de otra persona, y si en el trasfondo busca tantear la posibilidad del regreso al poder del expresidente Álvaro Uribe y de paso sumar apoyos a la tesis de la “venganza criminal” en contra de su mandato y de sus más cercanos colaboradores.

Lo cierto es que el primer efecto de su mensaje no ha sido quizás el que esperaban aquellos uribistas radicales. Los partidos que hacen parte de la coalición de la Unidad Nacional corrieron a cerrar filas en torno al jefe de Estado, incluyendo congresistas que hace apenas unos días defendían a capa y espada a Luis Carlos Restrepo. Tal es el caso de Roy Barreras, quien incluso se atrevió a calificar la salida del excomisionado como el triste fin de su carrera política. Hasta ayer, al cierre de esta edición, el mismo expresidente Uribe no se había pronunciado a propósito del comunicado y, como se lo contó el senador Juan Carlos Vélez a El Espectador, de lo único que el exmandatario ha hablado es de fortalecer al Partido de la U para que interprete a cabalidad su propuesta de seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social.

Ahora, lo que sí parece haber generado el llamado “Decálogo político para retomar el rumbo” de Restrepo es la reedición de la disputa interna en la U entre la línea uribista y la santista. Voces cercanas a la Casa de Nariño le dijeron a este diario que la posición asumida por el presidente de la colectividad, el senador Juan Lozano, no fue muy convincente. En un comunicado público, Lozano señaló que prefería no referirse a las propuestas de Restrepo y que la U seguiría “propendiendo por la defensa del legado del expresidente Uribe y por el éxito del gobierno del presidente Santos en función del proyecto político que lo ha inspirado”.

Incluso, el también senador Armando Benedetti instó a Juan Lozano a fijar una posición más dura que transmita al país el respaldo irrestricto al hoy primer mandatario. Hay quienes en la U sienten que los otros partidos de la Unidad Nacional les tomaron ventaja en expresar su apoyo a Santos. Ayer, el presidente de la Cámara de Representantes y jefe del Partido Liberal, Simón Gaviria, criticó fuertemente las propuestas del excomisionado y enfatizó: “Es una persona emocionalmente inestable. No vamos a permitir que se convoque una constituyente para menoscabar la justicia y tumbar al presidente Santos. Vamos a defender la tradición democrática”, dijo, pidiéndole a la Fiscalía que expida lo antes posible una circular roja en su contra para lograr su captura.

Así mismo, Germán Varón, vocero de Cambio Radical, opinó que “desde la clandestinidad no es legítimo” que se hagan ese tipo de propuestas, y hasta el Partido Conservador, a quien muchos siguen considerando más uribista que santista, se alineó del lado del hoy residente: “Nos sentimos orgullosos de formar parte de la Unidad Nacional”, aseguró Efraín Cepeda, presidente de los azules. Por su parte, Lucho Garzón, presidente del Partido Verde, dio su particular punto de vista: “Creo que Restrepo obedece órdenes de Uribe. Si no, que diga que no está de acuerdo”, expresó.

Es claro, si lo que Luis Carlos Restrepo quería era, además de poner los primeros ladrillos para una asamblea constituyente, generar respaldo a la tesis de la “venganza criminal” esgrimida por el expresidente Uribe e incluso comenzar a ventilar la posibilidad de su regreso al poder, las cosas no le salieron como esperaba. Al menos en lo que tiene que ver con la dirigencia política a nivel nacional. Otra cosa es lo que puedan estar pensando en las regiones, donde es bien sabido que el uribismo tiene un arraigo popular muy fuerte. Para el analista Alfredo Rangel, la propuesta de Restrepo “servirá de catalizador para un proceso de reagrupamiento del uribismo que cree que Santos no está cumpliendo con los postulados de esa corriente (...) no creo que el uribismo que existe en el Partido de la U vaya a pasar a la oposición. Creo que esa oposición va a ser por fuera de este y del Congreso, en algunos sectores sociales”.

El pulso está planteado y el pronóstico es de tormenta. Se viene la discusión en el Congreso de un proyecto que, sin duda, implicará la medición de fuerzas entre uribistas y santistas: el marco legal para la paz. Allí, el presidente Santos se juega la posibilidad de otorgar justicia transicional a los actores del conflicto y facultades para negociar la paz, una postura que causa roncha en el expresidente Álvaro Uribe y sus más cercanos colaboradores. Aunque en Más allá del terror el mismo Restrepo escribiera: “La fragilidad de nuestra vida civil reside precisamente en la tentación de los estadistas a inclinarse por la represión y la guerra cuando se sienten acorralados y confrontados”.

A la espera de la circular roja

El fiscal Villarreal, que dirige el caso por la supuesta falsa desmovilización del frente Cacica La Gaitana de las Farc, desmintió a Mildred Hartmann, abogada del excomisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, y aseguró que la orden de captura contra el alto exfuncionario sí está vigente y que “estamos esperando la medida de aseguramiento para que se expida la circular roja”, lo que obligaría a que Restrepo, hoy prófugo de la justicia, sea buscado internacionalmente para que regrese a Colombia. Durante la audiencia de imputación de cargos contra Restrepo y otros cinco vinculados a este caso, el representante de la Fiscalía aseguró que el excomisionado de Paz, el exguerrillero ‘Olivo Saldaña’ y algunos militares defraudaron al Estado e, incluso, se reunieron en la cárcel La Picota a fraguar la forma de hacerlo.

Por Redacción Política

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