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Sarah, los niños y John

Con la intervención de John McCain termina este jueves la Convención Republicana. La cita política más importante de cara a las elecciones fue opacada por los escándalos familiares de su fórmula vicepresidencial, Sarah Palin.

Redacción Internacional
04 de septiembre de 2008 - 02:20 a. m.

La candidata a la Vicepresidencia y gobernadora de Alaska, Sarah Palin, cuya vida privada está bajo lupa, se defendió el miércoles en St. Paul. El discurso de este jueves será para John McCain. Desde el viernes, arrecia la lucha por la Casa Blanca.

Los republicanos afinaron todas sus armas para que la Convención, desdibujada por el paso del huracán ‘Gustav’ y las revelaciones sobre la vida personal de la candidata a vicepresidenta Sarah Palin, termine este jueves con un buen número de estadounidenses convencidos de que McCain es la opción a escoger.

En un discurso desde Washington, el presidente George W. Bush volvió a echar mano a su arma de batalla: el miedo. Durante su intervención, el mandatario estadounidense aseguró que “McCain es el hombre adecuado para evitar otro 11 de septiembre”. Dicen analistas en Washington que hablar de ese tema le da réditos políticos a los republicanos. “Durante su campaña para la reelección, en 2004, este argumento fue el que le aseguró el triunfo a Bush. A pesar del descontento y de su mal gobierno, los estadounidenses sintieron miedo y votaron por él. Ahora usa esa estrategia para favorecer a John McCain, quien resultó opacado por el pasado y la historia familiar de su vicepresidenta”, explicó Malcom Seronal, de la Universidad de Miami.

Y es que ante el embate de la prensa, que no ha dejado un episodio de la vida de Palin sin esculcar, la imagen de McCain se ha visto seriamente perjudicada. Según el último sondeo de la firma Gallup, Barack Obama alcanzó el 50% de aprobación frente al 42% del candidato republicano.

La situación llegó a tal punto que se escucharon fuertes rumores sobre un cambio de fórmula vicepresidencial. John McCain tuvo que salir en defensa de su elección. “Mi proceso de verificación fue concienzudo”, aseguró. Sin embargo, el diario The Washington Post reveló que la gobernadora de Alaska no fue sometida a una extensa entrevista personal hasta el miércoles pasado, un día antes de que McCain se decidiera por ella.

La propia Palin se defendió ayer durante su intervención. Con la ayuda de algunos de los mejores escritores de discursos republicanos, la candidata vicepresidencial se definió como una estadounidense de clase media, con un pasado, y claro, algunos problemas; justamente los que los medios se han encargado de revelar: su pasado y el embarazo de su hija adolescente.

La buena noticia fue que  Levi Johnston, el padre del bebé que espera la hija de Palin, apareció en la Convención Republicana junto a toda la familia, un gesto con el que la gobernadora demostró que, tal como anunció, los novios tienen intención de casarse pronto. Eso pareció calmar los caldeados ánimos de los republicanos más conservadores.

El turno para calmar las agitadas aguas políticas será para el propio candidato, quien hoy dará su discurso final. McCain tendrá que convencer a los votantes que no está muy viejo para gobernar y que Sarah Palin no está muy joven y no es tan inexperta para reemplazarlo. Después de eso, comienza la verdadera batalla. Cuando se baje el telón de la convención, los ataques entre republicanos y demócratas subirán de tono, aunque parezca imposible.

Por Redacción Internacional

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