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El periódico Le Journal du Dimanche publicó el domingo pasado que Sarkozy y Bruni se casarán el nueve de febrero, y este martes el presidente francés se limitó a admitir que la relación es seria, pero aclaró, que ningún rotativo les fijará la fecha de la boda.
"Es posible que ustedes se enteren cuando ya haya pasado", dijo Sarkozy a los periodistas en la primera rueda de prensa del año, en la que pasó revista a la situación de Francia y anunció algunos proyectos.
La segunda pregunta de los periodistas fue directa, referida al hipotético matrimonio con Bruni, con la que sale desde finales de noviembre, después de haberse separado en octubre de Cécilia Ciganer.
"Es extraordinario que ustedes hayan esperado a la segunda pregunta para preguntar por Bruni. El mundo entero está en suspenso", ironizó Sarkozy, quien, ya en serio, aprovechó para criticar a sus antecesores por la vida privada que llevaban.
De presidentes como Valery Giscard D'Estaing, François Mitterrand y Jacques Chirac se han visto numerosos comentarios acerca de relaciones paralelas que mantuvieron al margen de sus matrimonios.
Sarkozy dijo que dentro de la "ruptura" que quiere aplicar en su gestión y manera de comportarse como presidente, figura no actuar "con la hipocresía y la mentira" en materia de relaciones personales, aunque dijo que no quería juzgar a otros.
Recordó que con Carla Bruni ha hecho cosas normales, como pasar un día festivo en Eurodisney con el hijo de ella o visitar las Pirámides de Giza o los monumentos de Luxor en unas vacaciones en Egipto.
"No quiero instrumentalizar la relación ni ocultar nada, pero que no manden fotógrafos" a tomar imágenes.
Hizo una alusión clara a Mitterrand cuando dijo que él ha estado con su pareja en Egipto, adonde fue en avión privado, cuando el ex presidente socialista fue a ese país de vacaciones en avión oficial con su amante y la hija que tenía con ésta.