Señales que alertan de un posible ataque cerebro-vascular

Los ataques cerebro-vasculares (ACV) hacen parte de las llamadas enfermedades no transmisibles. Según el doctor Jorge Mario Salcedo, jefe médico de urgencias de la Clínica Universidad de la Sabana, “estos ataques consisten en la oclusión de una arteria del cerebro, y al estar oprimida deja de llegar sangre al tejido cerebral y con cada minuto que pasa se van muriendo tejidos y arterias, lo cual puede dejar graves secuelas o incluso generar la muerte”.

Estos ataques, señala la Organización Mundial de la Salud, van en aumento en todo el mundo. Las razones son los malos hábitos de vida, el consumo excesivo de alcohol y cigarrillo y el poco control de enfermedades como la hipertensión o las arritmias cardiacas. Todas las personas son propensas a sufrir estos ataques. En adultos mayores se da la mayor incidencia, y es muy ocasional entre jóvenes y niños.

Pero los síntomas en general son muy parecidos y es determinante reconocerlos para poder salvar la vida o que las secuelas sean menores. El síntoma más común del accidente cerebro-vascular es la pérdida súbita, generalmente unilateral, de fuerza muscular en los brazos, piernas o cara. Confusión, dificultad para hablar o comprender lo que se dice, problemas visuales en uno o ambos ojos, dificultad para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación y dolor de cabeza intenso de causa desconocida.

“Los ataques pueden ocasionar la muerte del cerebro y el paciente, o dejar secuelas menores o severas. Eso depende de la cantidad de sangre que inunde el cerebro”, dice Salcedo. Por eso es determinante que las personas estén atentas a los síntomas y, en caso de presentarlos, ir inmediatamente a urgencias para que los médicos puedan darle manejo y así evitar la muerte o la incapacidad del paciente, que puede comprometer el resto de su vida.

El Ministerio de Salud realizó una guía de los ataques cerebro-vasculares para que las personas sepan de qué trata el suceso y cómo a través de pequeñas acciones se puede evitar y mejorar la calidad de vida. Entre ellas se encuentra el buen control de las enfermedades, que es clave. Por ejemplo, si alguna persona sufre de hipertensión o una arritmia cardíaca, debe estar controlada para evitar los ataques. Disminuir los niveles de estrés, azúcares, grasas refinadas y alcohol mejora la calidad de vida. Y, claro, el ejercicio siempre es el mejor aliado. “La salud siempre está en las manos de cada persona, por eso el llamado es a ser más conscientes”, concluye el doctor Salcedo.

Lo que debe saber de los ACV

La causa más frecuente
Obstrucción es la formación de depósitos de grasas en las paredes internas de los vasos que aportan sangre al corazón o al cerebro, con lo cual se vuelven más estrechos y menos flexibles. Este endurecimiento de las arterias se conoce como aterosclerosis. Al estrecharse los vasos, es probable que se formen coágulos que pueden obstruirlos y les impiden aportar sangre al corazón y al cerebro, por lo que estos órganos se lesionan.

Factores de riesgo
El consumo de tabaco está en aumento en muchas regiones del mundo. Asimismo, en muchos países, las personas acumulan kilos de más como resultado de su menor actividad física y de ingerir alimentos ricos en grasas y azúcares. Cada vez hay más jóvenes y niños que contraen diabetes por tener sobrepeso. La modificación de su estilo de vida constituye un deber para con nuestros hijos.

Capacidad de reacción 
El éxito de tener menos secuelas si ocurre un ataque cerebro-vascular está en la prontitud con la que los médicos actúen. En la Clínica Universidad de la Sabana diseñaron un código para que los profesionales sepan cómo proceder en el momento que se presenten esos casos de emergencia y darles un manejo óptimo que preserve la vida. Además se caracterizan por su proceso de rehabilitación, que ha sido reconocido a nivel internacional.

Los ataques cerebro-vasculares (ACV) hacen parte de las llamadas enfermedades no transmisibles. Según el doctor Jorge Mario Salcedo, jefe médico de urgencias de la Clínica Universidad de la Sabana, “estos ataques consisten en la oclusión de una arteria del cerebro, y al estar oprimida deja de llegar sangre al tejido cerebral y con cada minuto que pasa se van muriendo tejidos y arterias, lo cual puede dejar graves secuelas o incluso generar la muerte”.

Estos ataques, señala la Organización Mundial de la Salud, van en aumento en todo el mundo. Las razones son los malos hábitos de vida, el consumo excesivo de alcohol y cigarrillo y el poco control de enfermedades como la hipertensión o las arritmias cardiacas. Todas las personas son propensas a sufrir estos ataques. En adultos mayores se da la mayor incidencia, y es muy ocasional entre jóvenes y niños.

Pero los síntomas en general son muy parecidos y es determinante reconocerlos para poder salvar la vida o que las secuelas sean menores. El síntoma más común del accidente cerebro-vascular es la pérdida súbita, generalmente unilateral, de fuerza muscular en los brazos, piernas o cara. Confusión, dificultad para hablar o comprender lo que se dice, problemas visuales en uno o ambos ojos, dificultad para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación y dolor de cabeza intenso de causa desconocida.

“Los ataques pueden ocasionar la muerte del cerebro y el paciente, o dejar secuelas menores o severas. Eso depende de la cantidad de sangre que inunde el cerebro”, dice Salcedo. Por eso es determinante que las personas estén atentas a los síntomas y, en caso de presentarlos, ir inmediatamente a urgencias para que los médicos puedan darle manejo y así evitar la muerte o la incapacidad del paciente, que puede comprometer el resto de su vida.

El Ministerio de Salud realizó una guía de los ataques cerebro-vasculares para que las personas sepan de qué trata el suceso y cómo a través de pequeñas acciones se puede evitar y mejorar la calidad de vida. Entre ellas se encuentra el buen control de las enfermedades, que es clave. Por ejemplo, si alguna persona sufre de hipertensión o una arritmia cardíaca, debe estar controlada para evitar los ataques. Disminuir los niveles de estrés, azúcares, grasas refinadas y alcohol mejora la calidad de vida. Y, claro, el ejercicio siempre es el mejor aliado. “La salud siempre está en las manos de cada persona, por eso el llamado es a ser más conscientes”, concluye el doctor Salcedo.

Lo que debe saber de los ACV

La causa más frecuente
Obstrucción es la formación de depósitos de grasas en las paredes internas de los vasos que aportan sangre al corazón o al cerebro, con lo cual se vuelven más estrechos y menos flexibles. Este endurecimiento de las arterias se conoce como aterosclerosis. Al estrecharse los vasos, es probable que se formen coágulos que pueden obstruirlos y les impiden aportar sangre al corazón y al cerebro, por lo que estos órganos se lesionan.

Factores de riesgo
El consumo de tabaco está en aumento en muchas regiones del mundo. Asimismo, en muchos países, las personas acumulan kilos de más como resultado de su menor actividad física y de ingerir alimentos ricos en grasas y azúcares. Cada vez hay más jóvenes y niños que contraen diabetes por tener sobrepeso. La modificación de su estilo de vida constituye un deber para con nuestros hijos.

Capacidad de reacción 
El éxito de tener menos secuelas si ocurre un ataque cerebro-vascular está en la prontitud con la que los médicos actúen. En la Clínica Universidad de la Sabana diseñaron un código para que los profesionales sepan cómo proceder en el momento que se presenten esos casos de emergencia y darles un manejo óptimo que preserve la vida. Además se caracterizan por su proceso de rehabilitación, que ha sido reconocido a nivel internacional.