La capital de Corea del Sur, Seúl, puso en marcha su primera línea de autobuses sin conductor este viernes, en el marco de un experimento para hacer que la gente se sienta más cómoda con este tipo de vehículos en circulación.
ANTHONY WALLACE
El nuevo autocar no se parece a los autobuses normales. Sus bordes redondeados y sus grandes ventanillas hacen que parezca más un juguete que un medio de transporte de alta tecnología.
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Pero ese diseño es intencionado, explicó Jeong Seong-gyun, jefe de la empresa emergente 42 Dot, especializada en vehículos sin conductor y hoy propiedad del gigante de la automoción Hyundai.
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El bus se parece un poco a un "Lego" y está hecho con materiales compuestos para asegurar su bajo coste y que sea fácil de fabricar en serie, indicó.
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Utiliza cámaras y radares para navegar en lugar de sensores, más caros, agregó Jeong Seong-gyun.
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El objetivo de la compañía era fabricar una tecnología barata, segura y fácilmente adaptable a varios tipos de vehículos, como, por ejemplo, camiones de reparto.
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De momento, el autobús recorrerá un circuito de 3,4 kilómetros en el centro de Seúl, en unos 20 minutos, y siempre controlado de cerca por un conductor.
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La gente puede montarse en él en dos paradas tras haber reservado asiento mediante una aplicación.
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"Me siento como si me hubiera montado en una máquina del tiempo para visitar el futuro", declaró Kim Yi hae-ran, de 68 años, tras pasar 20 minutos en el autocar.
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"Pensaba que quizá me marearía si aceleraba súbitamente, pero no me pasó", añadió la mujer, que describió un viaje "suave y seguro".