Síndrome del celibato japonés
La tercera parte de los jóvenes japoneses menores de 30 años jamás han salido con alguien. Además de estudiar, se les pasa el tiempo navegando en la web o divirtiéndose con algún videojuego.
Redacción Vivir
El sexo no parece inquietarlos. De hecho, ha tenido bastante acogida una tribu urbana llamada los herbívoros, integrada por hombres que dicen no estar interesados en ningún tipo de relación. Solos y célibes se sienten mejor.
El auge de esta tendencia ha comenzado a intrigar al mundo. Revistas como Time o el diario The Guardian le han dedicado varias páginas a este fenómeno que bautizaron: el síndrome del celibato. Uno de los integrantes de los herbívoros, que habló para el periódico británico, aseguró que sólo se ha excitado viendo robots femeninos en los videojuegos. Y una chica que prefirió no dar su nombre, explicó que no ha salido con nadie en los últimos dos años porque ha estado concentrada intentando dominar un juego en el que debe administrar una tienda virtual de dulces.
La mayoría de jóvenes menores de 30 años entrevistados coincidieron en que no los emociona mucho el sexo, pues para ellos existen diversiones más económicas y seguras. Esta percepción se evidencia en la caída de las ventas de preservativos y en los resultados de algunos sondeos, según los cuales el 90% de las mujeres solteras dicen que prefieren mantener su estado, pues se imaginan lo peor del matrimonio. Mientras que el 61% de los hombres que aún son vírgenes (muchos mayores de 30 años) admiten que no están involucrados en ningún tipo de relación, ni siquiera en una amistad con derechos...
El desinterés hacia el sexo de esta generación de jóvenes japoneses, que se caracteriza por pasar mucho tiempo conectados a la internet, ser perfeccionistas, alimentarse de cereal con leche y vivir con sus padres, no solamente parece ser fruto de la obsesión por la tecnología y de un estilo de vida más solitario. El envejecimiento de la población y las bajas tasas de natalidad son, de acuerdo con expertos como Max Fisher y Peter Boon, los factores responsables de la inapetencia sexual.
Por ahora el gobierno nipón ha guardado silencio mientras el mundo observa intrigado la falta de deseo de sus jóvenes.
El sexo no parece inquietarlos. De hecho, ha tenido bastante acogida una tribu urbana llamada los herbívoros, integrada por hombres que dicen no estar interesados en ningún tipo de relación. Solos y célibes se sienten mejor.
El auge de esta tendencia ha comenzado a intrigar al mundo. Revistas como Time o el diario The Guardian le han dedicado varias páginas a este fenómeno que bautizaron: el síndrome del celibato. Uno de los integrantes de los herbívoros, que habló para el periódico británico, aseguró que sólo se ha excitado viendo robots femeninos en los videojuegos. Y una chica que prefirió no dar su nombre, explicó que no ha salido con nadie en los últimos dos años porque ha estado concentrada intentando dominar un juego en el que debe administrar una tienda virtual de dulces.
La mayoría de jóvenes menores de 30 años entrevistados coincidieron en que no los emociona mucho el sexo, pues para ellos existen diversiones más económicas y seguras. Esta percepción se evidencia en la caída de las ventas de preservativos y en los resultados de algunos sondeos, según los cuales el 90% de las mujeres solteras dicen que prefieren mantener su estado, pues se imaginan lo peor del matrimonio. Mientras que el 61% de los hombres que aún son vírgenes (muchos mayores de 30 años) admiten que no están involucrados en ningún tipo de relación, ni siquiera en una amistad con derechos...
El desinterés hacia el sexo de esta generación de jóvenes japoneses, que se caracteriza por pasar mucho tiempo conectados a la internet, ser perfeccionistas, alimentarse de cereal con leche y vivir con sus padres, no solamente parece ser fruto de la obsesión por la tecnología y de un estilo de vida más solitario. El envejecimiento de la población y las bajas tasas de natalidad son, de acuerdo con expertos como Max Fisher y Peter Boon, los factores responsables de la inapetencia sexual.
Por ahora el gobierno nipón ha guardado silencio mientras el mundo observa intrigado la falta de deseo de sus jóvenes.