Smiley, el perro sin ojos que ayuda en terapias para personas con discapacidad
Antes de ser adoptado, el canino creció en un refugio para animales en “condiciones deplorables”, según su dueña, Joanne George.
Redacción Actualidad
Smiley es un Golden Retreiver de diez años con una particularidad que le ha hecho tener gran popularidad en Canadá y en redes sociales. A pesar de haber nacido sin ojos, colabora en terapias a pacientes de hospitales y centros para personas con discapacidad. Además, su fama ha aumentado después de que en el 2012 compartió escenario con el famoso entrenador canino mexicano César Millán.
Pero Smiley, quien le hace homenaje a su nombre al aparecer sonriente en los videos, pasó sus primeros años de vida en un ambiente agresivo. Según su actual dueña y entrenadora, Joanne George (quien vive en Stouffville, cerca de Toronto), durante dos años después de nacer, el perro creció rodeado de otros cachorros en un refugio que no le prestaban las condiciones necesarias para su discapacidad.
George cuenta en su página oficial que cuando adoptó a Smiley “era extremadamente destructivo y sin ningún tipo de entrenamiento. Además, sufría de ansiedad cuando llegó a la casa y se asustaba con el sonido de otros perros comiendo. Su rostro estaba cubierto de cicatrices me contaban todas las historias que había vivido con otros perros en un ambiente tan deplorable”.
La mujer es voluntaria en centros para personas con discapacidades físicas o mentales, y después de adoptar a Smiley empezó a llevarlo a ciertas terapias, puesto que “inspira a todos quienes lo conocen incluyendo a César Millán, con quien compartió escenario en tres ocasiones”.
Aunque no tiene vista, ha desarrollado su sentido del olfato y de la escucha para comunicarse y ubicarse en el entorno en el que vive.
Smiley es un Golden Retreiver de diez años con una particularidad que le ha hecho tener gran popularidad en Canadá y en redes sociales. A pesar de haber nacido sin ojos, colabora en terapias a pacientes de hospitales y centros para personas con discapacidad. Además, su fama ha aumentado después de que en el 2012 compartió escenario con el famoso entrenador canino mexicano César Millán.
Pero Smiley, quien le hace homenaje a su nombre al aparecer sonriente en los videos, pasó sus primeros años de vida en un ambiente agresivo. Según su actual dueña y entrenadora, Joanne George (quien vive en Stouffville, cerca de Toronto), durante dos años después de nacer, el perro creció rodeado de otros cachorros en un refugio que no le prestaban las condiciones necesarias para su discapacidad.
George cuenta en su página oficial que cuando adoptó a Smiley “era extremadamente destructivo y sin ningún tipo de entrenamiento. Además, sufría de ansiedad cuando llegó a la casa y se asustaba con el sonido de otros perros comiendo. Su rostro estaba cubierto de cicatrices me contaban todas las historias que había vivido con otros perros en un ambiente tan deplorable”.
La mujer es voluntaria en centros para personas con discapacidades físicas o mentales, y después de adoptar a Smiley empezó a llevarlo a ciertas terapias, puesto que “inspira a todos quienes lo conocen incluyendo a César Millán, con quien compartió escenario en tres ocasiones”.
Aunque no tiene vista, ha desarrollado su sentido del olfato y de la escucha para comunicarse y ubicarse en el entorno en el que vive.