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Las responsabilidades laborales, las obligaciones familiares, las deudas y los quebrantos de salud de nuestros seres queridos pueden convertirse en cargas difíciles de sostener, en el detonante para que las emociones se salgan de control y seamos víctimas de un ataque de ira, ansiedad, pánico o de una profunda depresión. Muchas veces ni siquiera incide la magnitud del suceso, el estrés que ha envuelto nuestra vida es tan grande y permanente que una simple multa de tránsito o una crítica hace que perdamos la cordura y durante unos segundos simplemente nos dejemos llevar por lo que sentimos.
Las milenarias prácticas orientales han intentado brindarnos herramientas para tranquilizar el espíritu y aprender a aceptar y superar las dificultades que se presenten a lo largo de la vida. Sin embargo, la velocidad a la que debemos movernos para cumplir con las exigencias de un mundo globalizado es cada vez mayor y con ella aumentan el nivel de ansiedad, la tensión y las probabilidades de que necesitemos recurrir a otras prácticas para mantener nuestra vida emocional bajo control.
La medicina ayurvédica, la homeopatía, el ejercicio físico, los masajes y hasta una buena alimentación encabezan la lista de técnicas y mecanismos que han surgido para dar respuesta a la complejidad de los sentimientos que manifestamos cuando sucede algo extraordinario que altera la cotidianidad. Cada una de estas opciones es efectiva en la medida en que quien las practica sea disciplinado, constante y verdaderamente crea en sus beneficios.
Aceites que silencian la mente
El shirodara es una tradicional práctica de la medicina ayurvédica que consiste en estimular los tres puntos vitales que se encuentran en la cabeza, mediante un chorro de aceite de ajonjolí mezclado con hierbas hindúes que debe caer sobre estos puntos durante 45 minutos. En este lapso el cuerpo y la mente alcanzan un estado profundo de relajación, que reduce los niveles de ansiedad y de estrés.
Bodycombat para liberar la ira
Desde hace tres años llegó a Colombia un novedoso programa de entrenamiento aeróbico que combina los movimientos de las artes marciales, del boxeo y las técnicas de combate. Durante la clase, que dura 60 minutos y se dicta en diferentes gimnasios del país, los asistentes se contagian del sonido de la música (electrónica, rock y pop) y, siguiendo las indicaciones del instructor, realizan una rutina que consiste en simular varios ‘rounds’ de una pelea. La fuerza y energía de los movimientos permiten a las personas liberar adrenalina y sacar de su cuerpo la ira y tensiones acumuladas.
Posturas de la tranquilidad
A través de las posturas y las prácticas de respiración del satyananda yoga la mente se relaja y la persona comienza un proceso de aprendizaje para conocer su personalidad y la manera como reacciona ante las dificultades. De esta forma, se vuelve más consciente de sus emociones y adquiere las herramientas para controlarlas. Se recomienda practicarla mínimo dos veces por semana.
Las flores de Bach
En los años 30 el médico inglés Eduard Bach descubrió 38 esencias de flores con propiedades curativas. Cuando la persona se siente incapaz de controlar sus miedos, de manejar la ansiedad, la ira, el mal genio, la tristeza o la euforia puede recurrir a esta técnica que busca equilibrar las emociones. El tratamiento es sencillo. Primero se debe hacer un diagnóstico y de acuerdo con éste se prepara una botella que puede tener hasta siete esencias florales. La persona tiene que tomar cuatro gotas, tres veces al día durante tres meses.