Tecnología de punta en las aulas de clase

Tal vez uno de los mayores retos que enfrenten las universidades en este 2021 es lograr adecuar sus instalaciones para ese futuro en el que los estudiantes regresen a sus campus y puedan vivir una experiencia académica innovadora, amena y de alta calidad, que se ha visto en pausa por la pandemia, pero con la esperanza de ir avanzando poco a poco.

Y para lograrlo, uno de los aliados determinantes y protagónicos es la tecnología, que el año pasado en cuestión de días le permitió al mundo seguir aprendiendo y desarrollando sus actividades cotidianas en medio del confinamiento.

La educación no fue ajena al tema, pues se presentó esa oportunidad ideal para enfrentarse a un modelo de educación asistido por la tecnología y potenciar las capacidades tanto de los estudiantes como de los docentes.

Un trabajo que transcurrió de la mejor manera, pero que en este 2021 exige nuevas dinámicas y herramientas tecnológicas para ese modelo híbrido y de alternancia que promete ser la “nueva realidad”, que debe alinearse no solo con las necesidades operativas sino ser de alta calidad.

En este contexto y con el compromiso de mantener la calidad y seguir innovando en la educación, la Universidad de La Salle realizó una inversión de más de $2.000 millones, en tecnología de punta, para adecuar sus sedes y así implementar la modalidad de alternancia.

“Esta inversión la pensamos en función de nuestros estudiantes y de la comunidad universitaria, porque creemos que estamos comprometidos con la calidad educativa y para tener calidad se debe hacer inversión y hay que comprometerse con ello”, destacó el hermano Cristhian J. Díaz M., vicerrector académico de la universidad.

La tecnología implementada, que estará en las tres sedes de la universidad en Bogotá, incluye tableros digitales en las aulas de clase, con conexión total vía online con los estudiantes que están en sus casas, facilitando así el aprendizaje remoto y permitiendo la interacción del profesor in situ con sus alumnos presenciales.

Estos tableros digitales tienen acceso remoto desde cualquier sistema y están asociados a la plataforma Cisco Webex, permitiendo la conexión simultánea de sus usuarios con audio y video. También ofrecen un conjunto de herramientas articuladas con sistemas operativos comerciales, de tal manera que se trata de un sistema abierto al que se puede acceder desde celular, tableta o computador.

Por otra parte, los tableros digitales tienen funciones de ampliación, uso de gráficas y conexión con cualquier tipo de herramientas digitales que ayuden a brindar información específica al estudiante, incluso sobre procedimientos, garantizando el aprendizaje significativo como si estuvieran en el aula de clase.

Pero no solo es la inversión en tecnología, sino que la estrategia conjunta es capacitar a todos los docentes para que puedan responder de forma oportuna y técnica a cada uno de los requerimientos que se presentan al implementar estas tecnologías con alternancia.

“Igualmente, seguimos trabajando con nuestra plataforma digital. Nosotros tenemos un campus virtual robusto y sólido, que sigue ofreciendo los servicios a los profesores y estudiantes”, destaca el hermano Cristhian J. Díaz.

También es importante resaltar que los procesos de formación continuarán a lo largo de todo el año. Existe la posibilidad de que la Universidad pueda llevar adelante las aulas híbridas, las cuales ya tienen instaladas en varias sedes de la Universidad, para facilitarles a los estudiantes seguir sus clases de forma remota, pero también observando lo que el profesor hace en el aula, especialmente en los laboratorios.

Este último factor movió a las directivas de la Universidad para hacer una significativa inversión en cascos con cámara incorporada, para las prácticas en sus laboratorios y en sus dos clínicas: la clínica veterinaria y la clínica de optometría.

En ambas clínicas y en los laboratorios están usando una tecnología un poco más avanzada para poder observar en detalle los procedimientos. “Esto nos ayudará muchísimo para que los estudiantes, que no puedan venir o que desean venir solamente algunas veces, de acuerdo con el modelo de alternancia, lo puedan hacer desde su casa sin perder detalle. Sabemos muy bien que las habilidades procedimentales son también muy importantes en la formación profesional”, asegura el vicerrector académico.

Toda la inversión y la capacitación de los docentes tiene un fin claro: impulsar la calidad de la educación, que en 2021 tiene retos importantes, que requieren compromiso e innovación para seguir adelante, lo cual será el tema de conversación entre Adriana Lopez, vicerrectora administrativa, el hermano Cristhian Díaz, vicerrector académico y Guillermo Londoño, decano de la Facultad de Ciencias de la Educación en un Facebook Live con El Espectador, el próximo 27 de enero a las 10:00 de la mañana.

Tal vez uno de los mayores retos que enfrenten las universidades en este 2021 es lograr adecuar sus instalaciones para ese futuro en el que los estudiantes regresen a sus campus y puedan vivir una experiencia académica innovadora, amena y de alta calidad, que se ha visto en pausa por la pandemia, pero con la esperanza de ir avanzando poco a poco.

Y para lograrlo, uno de los aliados determinantes y protagónicos es la tecnología, que el año pasado en cuestión de días le permitió al mundo seguir aprendiendo y desarrollando sus actividades cotidianas en medio del confinamiento.

La educación no fue ajena al tema, pues se presentó esa oportunidad ideal para enfrentarse a un modelo de educación asistido por la tecnología y potenciar las capacidades tanto de los estudiantes como de los docentes.

Un trabajo que transcurrió de la mejor manera, pero que en este 2021 exige nuevas dinámicas y herramientas tecnológicas para ese modelo híbrido y de alternancia que promete ser la “nueva realidad”, que debe alinearse no solo con las necesidades operativas sino ser de alta calidad.

En este contexto y con el compromiso de mantener la calidad y seguir innovando en la educación, la Universidad de La Salle realizó una inversión de más de $2.000 millones, en tecnología de punta, para adecuar sus sedes y así implementar la modalidad de alternancia.

“Esta inversión la pensamos en función de nuestros estudiantes y de la comunidad universitaria, porque creemos que estamos comprometidos con la calidad educativa y para tener calidad se debe hacer inversión y hay que comprometerse con ello”, destacó el hermano Cristhian J. Díaz M., vicerrector académico de la universidad.

La tecnología implementada, que estará en las tres sedes de la universidad en Bogotá, incluye tableros digitales en las aulas de clase, con conexión total vía online con los estudiantes que están en sus casas, facilitando así el aprendizaje remoto y permitiendo la interacción del profesor in situ con sus alumnos presenciales.

Estos tableros digitales tienen acceso remoto desde cualquier sistema y están asociados a la plataforma Cisco Webex, permitiendo la conexión simultánea de sus usuarios con audio y video. También ofrecen un conjunto de herramientas articuladas con sistemas operativos comerciales, de tal manera que se trata de un sistema abierto al que se puede acceder desde celular, tableta o computador.

Por otra parte, los tableros digitales tienen funciones de ampliación, uso de gráficas y conexión con cualquier tipo de herramientas digitales que ayuden a brindar información específica al estudiante, incluso sobre procedimientos, garantizando el aprendizaje significativo como si estuvieran en el aula de clase.

Pero no solo es la inversión en tecnología, sino que la estrategia conjunta es capacitar a todos los docentes para que puedan responder de forma oportuna y técnica a cada uno de los requerimientos que se presentan al implementar estas tecnologías con alternancia.

“Igualmente, seguimos trabajando con nuestra plataforma digital. Nosotros tenemos un campus virtual robusto y sólido, que sigue ofreciendo los servicios a los profesores y estudiantes”, destaca el hermano Cristhian J. Díaz.

También es importante resaltar que los procesos de formación continuarán a lo largo de todo el año. Existe la posibilidad de que la Universidad pueda llevar adelante las aulas híbridas, las cuales ya tienen instaladas en varias sedes de la Universidad, para facilitarles a los estudiantes seguir sus clases de forma remota, pero también observando lo que el profesor hace en el aula, especialmente en los laboratorios.

Este último factor movió a las directivas de la Universidad para hacer una significativa inversión en cascos con cámara incorporada, para las prácticas en sus laboratorios y en sus dos clínicas: la clínica veterinaria y la clínica de optometría.

En ambas clínicas y en los laboratorios están usando una tecnología un poco más avanzada para poder observar en detalle los procedimientos. “Esto nos ayudará muchísimo para que los estudiantes, que no puedan venir o que desean venir solamente algunas veces, de acuerdo con el modelo de alternancia, lo puedan hacer desde su casa sin perder detalle. Sabemos muy bien que las habilidades procedimentales son también muy importantes en la formación profesional”, asegura el vicerrector académico.

Toda la inversión y la capacitación de los docentes tiene un fin claro: impulsar la calidad de la educación, que en 2021 tiene retos importantes, que requieren compromiso e innovación para seguir adelante, lo cual será el tema de conversación entre Adriana Lopez, vicerrectora administrativa, el hermano Cristhian Díaz, vicerrector académico y Guillermo Londoño, decano de la Facultad de Ciencias de la Educación en un Facebook Live con El Espectador, el próximo 27 de enero a las 10:00 de la mañana.